Por medio de este comunicado quiero contar y aclarar lo sucedido en nuestro establecimiento El Campanario el día viernes 7 de octubre. Ese día, unos clientes estuvieron a punto de ser expulsados del lugar por darse un beso. La persona que tomó esta decisión, que no tiene un respaldo institucional, fue un mesero que desde hace varios años trabaja con nosotros. Él ha tenido nuestro afecto durante bastante tiempo, lamentamos que esa noche haya violentado los derechos de los clientes en razón de su orientación sexual. Con esto, El Campanario no quiere decir que este tipo de actitudes no sean un fenómeno masivo. Es decir, no queremos justificar este hecho atribuyéndolo a una sola persona, pues entendemos que se trata de un problema estructural. El Campanario trabajará para que este tipo de hechos no se repitan y será enfático con todos los trabajadores en que deben respetar las libertades civiles de todos los clientes.
En cuanto la administración se enteró de que esto estaba sucediendo en el bar detuvo la expulsión inmediatamente. Celebramos el hecho de que algunas personas en el bar se hayan opuesto, pues consideramos necesario y urgente que ante la discriminación las personas no sean indiferentes ni condescendientes, sino que actúen a favor de la igualdad. Esta situación es inaudita para nosotros, sobre todo porque parte de nuestro staff se identifica como parte de la comunidad LGBTI. Sentimos vergüenza y rabia. Pedimos disculpas por la situación que se presentó y que, si la administración no hubiese actuado a tiempo, habría sido una más entre las situaciones de injusticia y discriminación que a diario se presentan.
Vale la pena recalcar que la voz de protesta debe ser de todos en cualquier lugar o circunstancia. Los clientes ese día se manifestaron y protestaron cuando el mesero dio la orden. Esto debería ser una iniciativa en todos los bares, restaurantes o lugares públicos. Entre todos podemos protestar y proteger la libertad y el respeto. Debe existir un compromiso de los establecimientos para educar a su personal. Para no traspasar la barrera de la invasión y la no tolerancia. De manejar situaciones con criterio y educación, pero sobretodo con RESPETO. De nuevo pedimos mil y mil disculpas por esta situación. Repudiamos y rechazamos enfáticamente lo sucedido y nos comprometemos en promover el trato igualitario para todos y todas las personas que noche tras noche, se toman el tiempo de ir a pasar un buen rato con nosotros. Ojalá todos aprendamos de estos errores y eduquemos bien a la gente que nos rodea. Entre todos podemos protestar y proteger la libertad y el respeto. Vive y deja vivir.
Atentamente.
Tato ospina
*Este artículo fue hecho con la aprobación del directo afectado esa noche. Nos pusimos en contacto con él y demostramos (una vez mas), que el diálogo y el respeto son la base para la solución de todos los problemas. Incluso, hemos querido ir mas allá para que esto se vuelva un eco entre los demás establecimientos que noche tras noche, reciben a miles de personas.
Respuesta a la nota ciudadana: “Me quisieron echar del bar El Campanario sólo por darle un beso a otro hombre”