Cuando el ser humano vio las ganancias de mentir comenzó una serie de prácticas que, hoy por hoy, son visibles en el diario vivir. Estas no son más que herramientas que utilizan los seres humanos para alimentar su egolatría.
Todos se preguntan dónde están los valores y los principios del individuo… Por experiencia conozco una comunidad entre cuyos tradicionales principios no tiene propiedades materiales en el mundo.
Pero lo más satisfactorio es que la comunidad se puede mantener pobre. Aunque sus miembros pueden volverse millonarios y he visto eso.
Eso se llama experiencia: un hecho vivido, no hablado ni imaginado.
Yo creo en el ser humano como imagen y semejanza de un ser superior, lo creas o no lo creas, te parezca o no te parezca.
Al final de la existencia la única herencia válida y real serán los actos de amor que vivirán en otros, porque lo compartiste con ellos.
Las formas sentimentales de nuestra humanidad demuestran que una mentira la repiten 1000 veces y la crees verdad. Una verdad la repites 1000 veces y no te la creen.
Yo sigo creyendo que la vida es un regalo, que si la valoras la podrás disfrutar bajo cualquier circunstancia.
Vives en este mundo, pero sabes que no perteneces a este. El ser humano ha estado exigiendo más de lo que corresponde en amoríos, prestigio, poder y abundancia o en vanidad, mi pecado favorito…