La vicepresidenta estadounidense encabeza la fila para reemplazar a Joe Biden, en la Casa Blanca y en la carrera presidencial de 2024 contra Donald Trump. Aunque su ascenso es notable, pasó años a la sombra de Biden.
Cuando Kamala Harris aceptó ser la compañera de fórmula de Joe Biden, como candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, y estrechó su mano en el escenario en agosto de 2020, el futuro del dúo parecía brillante.
Biden estaba en camino a derrotar a Donald Trump y devolver una sensación de normalidad a EE. UU., gracias -en gran parte- a su experiencia política de décadas. Harris era una líder carismática y enérgica de la nueva era -una mujer no blanca e hija de padres inmigrantes-, que llegó a la política tras haber sido la principal fiscal pública de California.
Ahora, se le podría pedir a Harris que salve la candidatura presidencial demócrata y se enfrente a Donald Trump en noviembre. Pero su brillo se ha atenuado durante sus cuatro años en la Casa Blanca.
El sueño americano de Harris
Kamala Harris nació en una familia de inmigrantes con alto nivel de educación, en Oakland, California, en 1964. Su madre era la investigadora del cáncer de mama Shyamala Gopalan, nacida en India. Su padre, el profesor de economía Donald J. Harris, de Jamaica. Ambos participaron activamente en el movimiento de derechos civiles de la década de 1960.
Según la autobiografía de Kamala, "The Truths We Hold", esta experiencia influyó en su propia carrera. Recordó que Gopalan les dijo a ella y a su hermana Maya: "No se queden sentadas y quejándose de las cosas. ¡Hagan algo!"
El matrimonio de sus padres se vino abajo cuando Kamala tenía 7 años. Cinco años más tarde, Gopalan consiguió un trabajo de investigación en Canadá y la familia se mudó a Montreal. Allí, la hoy vicepresidenta de Estados Unidos asistió a la escuela secundaria.
Regresó a Estados Unidos para estudiar ciencias plíticas y economía en Washington D. C., y luego, a su estado natal de California para estudiar derecho, en 1986. Harris aprobó el examen en 1990 y comenzó su carrera como fiscal de distrito, ascendiendo hasta convertirse en fiscal general de California en 2011. Fue la primera mujer negra y surasiática-estadounidense en ocupar el puesto.
"Principal policía" de California
La carrera de Harris como fiscal fue mixta. Se autodenominó como la "principal policía" de California, pero enfureció a la Policía por su negativa a solicitar la pena de muerte incluso en casos en que murieron agentes policiales. Al mismo tiempo, fue criticada por no hacer más contra la corrupción dentro de las fuerzas del orden.
Impulsó un sistema de fuertes multas y posible encarcelamiento para padres cuyos hijos faltaban demasiado a clases, lo que afectó desproporcionadamente a familias no blancas. Se rió del tema de la legalización de la marihuana en 2014, solo para decir que estaba "absolutamente a favor" de ella mientras se postulaba a la nominación presidencial demócrata cinco años después.
En 2015, anunció que se postulaba para el Senado de Estados Unidos y consiguió el apoyo de Joe Biden y del entonces presidente Barack Obama. En 2017, se convirtió en la segunda mujer negra en ocupar un cargo en el Senado. En 2019, lanzó una campaña para la nominación presidencial demócrata con Biden como uno de sus oponentes.
Disputas con Biden
Durante uno de los debates, Harris presionó a Biden por su cooperación con los senadores estadounidenses que se opusieron a los esfuerzos contra la segregación en las décadas de 1970 y 1980. Acusó a Biden de trabajar con ellos contra el "transporte en autobús" de niños de áreas de minorías a escuelas predominantemente blancas para diversificar las aulas.
Biden respondió diciendo que ella "describió erróneamente" su posición y señaló que él eligió ser un "defensor público" en lugar de fiscal durante los disturbios que siguieron al asesinato de Martin Luther King Jr.
Los años de Harris como fiscal también la persiguieron durante su campaña, con el meme de "Kamala es policía". Finalmente abandonó la carrera y apoyó a Biden, quien más tarde le pidió que fuera su vicepresidenta.
"Zar de la frontera"
Biden y Harris libraron juntos una campaña dura, y finalmente derrotaron a Donald Trump y al vicepresidente Mike Pence. Prestaron juramento el 20 de enero de 2021, dos semanas después de que una turba violenta irrumpiera en el Capitolio exigiendo que se anulara la votación.
Harris, una vez, más hizo historia: fue la primera mujer, la primera persona negra y la primera persona de origen indio en ocupar el cargo de vicepresidenta de Estados Unidos. Entre sus atribuciones está la de hacerse cargo del Gobierno si el presidente muere o se lo considera no apto para desempeñar su función. Pero Harris ha luchado por elevar su perfil durante su estancia en la Casa Blanca.
En 2021, Biden le asignó la tarea de abordar la inmigración combatiendo las "causas fundamentales" de las personas que abandonan América Latina. "No puedo pensar en nadie que esté mejor calificado para hacer esto", dijo Biden sobre Harris en ese momento. "Cuando ella habla, habla por mí".
Pero, a pesar de los esfuerzos de Harris y de sus reuniones con líderes latinoamericanos, el número de cruces fronterizos de indocumentados siguió creciendo y alcanzó niveles récord el año pasado. El Partido Republicano se apresuró a apodar a Harris como "zar de la frontera" y luego la criticó por no frenar los cruces.
"Todo está en juego"
Mientras tanto, Harris encontró un campo de batalla diferente contra sus rivales políticos. Cuando la Corte Suprema de Estados Unidos derogó Roe v. Wade y efectivamente hizo retroceder el derecho al aborto en gran parte del país en 2022, Harris se convirtió en una voz poderosa a favor de la protección de ese derecho. A principios de este año, inició la gira "Lucha por las libertades reproductivas" por todo Estados Unidos.
"Los extremistas de todo nuestro país continúan librando un combate total contra las libertades ganadas con tanto esfuerzo", dijo Harris, citada por la Casa Blanca. Mientras, Trump no solo respaldó la decisión de la Corte Suprema, sino que se atribuyó el mérito de haberla logrado. Apenas unos días antes del debate Trump-Biden, Harris advirtió que "todo está en juego" en materia de derechos reproductivos si Trump resulta reelegido.
¿Futuro del Partido Demócrata?
Tras el pobre desempeño de Biden en el debate, Harris estuvo entre las defensoras más rápidas y elocuentes del presidente, incluso cuando otros políticos demócratas estaban proponiendo su nombre, entre otros, para reemplazar a Biden en la contienda presidencial.
Muchos ven a Harris como una opción natural a la que respaldar en las elecciones de 2024. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo durante una sesión informativa poco después del debate Biden-Trump que una de las razones por las que Biden la eligió de nuevo en 2020 "es porque ella es, de hecho, el futuro del partido".