Los niveles que ha alcanzado la inflación en lo transcurrido del año lleva a pensar si el Banco de la República está haciendo lo correcto, al subir mensualmente la tasa de interés, como si la inflación fuera un fenómeno exclusivamente de orden monetario. Pero es el patrón que sigue el Banco en la medida que la Reserva federal de USA toma medidas de ese tipo. Colombia no es USA y las soluciones deben buscarse de acuerdo con nuestros propios problemas.
El señor ministro de Hacienda, perteneciente a la escuela neoestructuralista de la CEPAL, sabe muy bien que en América Latina la inflación obedece fundamentalmente a unas presiones inflacionarias básicas y a unos mecanismos de propagación que no se corrigen solo con medidas monetarias. Las presiones inflacionarias básicas de tipo estructural tienen que ver con la rigidez en la oferta de alimentos a causa del invierno y el costo de los insumos importados, bajo poder compra de las exportaciones con una balanza comercial desproporcionadamente desigual en que las importaciones están sujetas a altas tasas de devaluación encareciendo los productos y, finalmente, la regresividad de la estructura tributaria que se quiere modificar con la reforma tributaria en curso.
Ademas, existen presiones circunstanciales como la guerra entre Rusia y Ucrania que a nivel mundial ha tenido efectos muy fuertes sobre los precios, disparando la inflación en casi todos los países. Existen también mecanismos de propagación en que los distintos sectores de la sociedad buscan reajustar sus ingresos y gastos reales relativos.
Las políticas que ha planeado el actual gobierno parecen encaminadas a buscar soluciones diferentes a las medidas estrictamente monetarias. Aumentar la oferta de alimentos, control de precios especialmente de la energía, reforma agraria, y fundamentalmente la búsqueda de la paz total y duradera como condición básica para alcanzar unos niveles de desarrollo satisfactorios. El solo crecimiento del PIB no basta si no hay una mejor redistribución del ingreso que llegue a las capas mas vulnerables de la sociedad.
Dejemos, en lo posible, de depender de teorías ajenas a nuestros propios problemas. Apoyemos los cambios estructurales que el actual gobierno esta tratando de implementar. Revisemos la política del Banco Central y pensemos en soluciones propias como las que propuso la CEPAL con sus análisis de la inflación y que por presiones de quienes detentan el poder económico a nivel mundial no han permitido poner en marcha.
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