Una botella de whisky detrás de otra y bien acompañadas con pases de cocaína, llevaron a Armando Benedetti a su primer fracaso amoroso. Antes de cumplir los 20 años, se había casado con la hermosa María Angélica Navarro después de dejarla embarazada de Daniela, su primera hija, quien hoy tiene 36 años.
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María Angélica Navarro, la niña bien de Barranquilla no le aguantó las fiestas excesivas y terminó dejándolo a la deriva, metido entre el alcohol y las drogas, adicción que padeció más de 10 años y que hizo su llegada a la adultez, un infierno.
Dos años después de la separación, la exesposa de Benedetti, María Angélica Navarro terminó enredada con José Reinaldo Fiallo Jácome, alias ‘Nano’ un peligroso narcotraficante del cartel de la Costa Atlántica, amo y señor del Caribe. Cuando era novia del narcotraficante, se dejó seducir por Rafael Orozco, la entonces voz del Binomio de Oro. La relación de María Angélica con Orozco le costó la vida al cantante. “Tato”, uno de los escoltas y sicarios de Fiallo Jácome, mató a la estrella del vallenato con nueve tiros por ese insulto.
Benedetti por su parte y de regreso a la Costa, luego de estar una temporada en Bogotá donde estudió Comunicación Social en la Universidad Javeriana y pudo olvidar a su primer amor, conoció Haifa Mezher en Barranquilla a finales de 1996. Era una jovencita de 19 años recién graduada de bachillerato y cuatro meses después de conocerla, a comienzos del 97, se fueron a vivir juntos.
En esa época, Benedetti, el hijo del entonces ministro de comunicaciones del gobierno de Ernesto Samper, el joven Armando Benedetti, hizo sus primeras apariciones en la política como concejal de Bogotá, curul que logró con una importante votación y recibió a su segundo hijo, Armandito. Al lado de Haifa Mezher también llegó a la Cámara de Representantes y luego al Senado. La relación se acabó ocho años después, en 2004.
El amor entre la pareja revivió un año después de estar separados y en 2006, más enamorados que la primera vez, según lo decían a los cuatro vientos en cuanta entrevista concedieron, se dieron una segunda oportunidad, pero esta segunda parte solo duró dos años más. Mezher, quien trabajaba en la Cancillería manejando el programa Colombia nos Une, terminó de diplomática en un país asiático a donde se fue a vivir con su hijo que en ese entonces tenía 10 años. Hoy Haifa Mezher vive en Suiza. El hijo de la pareja ya tiene 25 años.
La tercera esposa de Benedetti no fue la vencida. Su matrimonio con Angelina Castro, que se celebró de afán, pero a lo grande a finales de 2010 en New York, también fracasó. Esa unión, de la que un año después nació el tercero de sus hijos, solo duró dos años. En 2012, a la mitad de su segunda legislatura en el Senado y acompañando la presidencia de Juan Manuel Santos, partieron cobijas.
Aunque Angelina y su hijo se dividían entre Estados Unidos y Santa Marta a donde tenían residencia permanente, en 2018, a raíz de denuncias del Senador barranquillero por seguimientos a su hijo, se fueron a vivir del todo a Estados Unidos y estudia en el prestigioso Mann Elementary School de Beverly Hills.
El cuarto matrimonio de Benedetti, que le dejó dos hijos al ahora Embajador, tampoco funcionó. Benedetti y Adelina Guerrero Covo, hija de la exmagistrada del Consejo Nacional Electoral y excandidata a la Alcaldía de Cartagena, Adelina Covo, se casaron en 2016.
La ruptura tomó por sorpresa a más de uno. Adelina, de la mano del papá de sus dos hijos más pequeños, lo acompañó sonriente a la posesión como Embajador en la Casa de Nariño. La procesión la llevaba por dentro y al parecer estalló en Caracas, a donde llegaron como un matrimonio armónico. Parecían una pareja sólida y fortalecida con el poder que le cayó a Benedetti tras la victoria de Gustavo Petro. No fue así.
Tres meses después de haberse estrenado como Embajador de Colombia en Venezuela, Adelina Guerrero Covo regresó con sus dos pequeños hijos a Barranquilla. Benedetti la siguió y regresó junto a ella y los niños, pero todo estaba roto. Partieron cobijas apenas llegaron al país porque, al parecer, el poderoso Embajador de 56 años ya estaba enredado con su más reciente conquista: la exreina de Córdoba de 27 años de edad, Saray Elena Robayo Bechara, quien sin trayectoria política se coronó como la congresista más votada de Córdoba con los 116 mil votos que consiguió y que le dieron una silla en la Cámara de Representantes por Córdoba,
La bella y joven Saray Elena Robayo Bechara, quien pertenece a la familia Bechara, dueña de la Universidad del Sinú y con gran peso en la política, va en camino a ser la quinta esposa de Armando Benedetti quien en la política ha sido tan camaleónico como en el altar.