James Rodríguez es el futbolista colombiano más mediático de nuestra historia. Desde que quedó goleador en el mundial de Brasil 2014, marcando de paso el mejor gol de ese certamen, una fama loca persiguió al cucuteño. Su traspaso, por 80 millones de euros, al Real Madrid, fue el colofón de un momento estelar. En Madrid tuvo una gran primera temporada pero después se fue diluyendo. Sus lesiones fueron lo peor para su carrera. Sobre todo sus lesiones constantes en los gemelos. James salió por la puerta de atrás del mejor club del mundo y entonces vino para él la incertidumbre.
James ha estado a los bandazos desde hace 6 temporadas. A sus 31 años parece mercancía dañada. Errores suyos de criterio, como irse al fútbol de Catar dejando tirado al Everton, le costaron salir del fútbol de élite del mundo. La última oportunidad que tiene de regresar a Europa es el fútbol griego, al equipo más popular de ese país, el Olimpiakos.
Sin embargo, después de los partidos que jugó con Colombia, contra Guatemala y México respectivamente, James regresó a Atenas con un problema físico que, como suele suceder, no tiene mayor explicación por parte del cuerpo médico del equipo griego. Nadie sabe en realidad que tipo de lesión tiene James ni si ya existe una condición crónica que hace completamente inviable su regreso a la máxima competición del fútbol mundial, la Champions League.
Por eso no sabe aún Star Plus si cometió un error o no al comprar los derechos para ver a James cada domingo con su equipo en la liga griega. El pulso se lo ganó a Win Sports quien intentó hacer algo parecido con Radamel Falcao García cuando este militó en el Galatasaray de Turquia. Sin embargo no se sabe muy bien si lo que se ganó Star Plus, encarnado en ESPN, es un hueso o un premio: con James jamás se sabe nada.