Cada día, con las medidas que van implementando los gobiernos, particularmente el de Colombia, es más evidente que la globalización, presentada como la panacea para la solución de los graves problemas de la humanidad, a través de las fuerzas del mercado, es la profundización de la especulación financiera, aplicada por timadores profesionales, con suficiente capacidad de engaño de tal manera que "lleven al marrano al sacrificio sin que tenga ni oportunidad de chillar". Es allí donde se entienden las "billonarias" ganancias del sistema financiero, mientras la inmensa mayoría de la población se debate entre el rebusque y la pobreza.
Wikipedia define que "en economía, la especulación, según Nicholas Kaldor, consiste en la compra o venta de bienes con vistas a su posterior reventa o recompra, cuando el motivo de tal acción es la expectativa de un cambio en los precios afectados con respecto al precio dominante y no la ganancia derivada de su uso, o de algún tipo de transformación efectuada sobre estos... Una operación especuladora busca no disfrutar del bien o servicio involucrado sino obtener un beneficio de las fluctuaciones del precio... El término se suele aplicar a aquella inversión que no conlleva ninguna clase de compromiso con la gestión de los bienes en los que se invierte, y se limita al mercado financiero". Así está concebido el mercado en el circuito financiero mundial y nacional.
El candidato presidencial Jorge Robledo dijo que "el día que un neoliberal colombiano piense o lance una idea nueva le da una hemorragia cerebral". El ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, que se cree el "mozalbete" del presidente Iván Duque, en el talk show diario por los principales medios de comunicación, una "tragicomedia" en la que han convertido lo que debería ser un programa de información objetiva, veraz y científico, lanzó con bombos y platillos "la Hipoteca Inversa", un producto financiero dirigido a los mayores de 65 años y personas dependientes, consistente en un préstamo bancario desembolsable en cuotas mensuales –por eso es inversa– dejando como garantía en dación de pago la propiedad de su vivienda al momento de fallecer. Es un enorme negocio especulativo de hipotecas para los banqueros, que en el decreto que la reglamenta establece que, según el DANE: "Aunque el porcentaje de propietarios de vivienda en la población de adultos mayores supera el 67 %, tan solo el 28 % tiene una pensión, es decir, existen bajos niveles de cobertura pensional y altos niveles de propiedad de vivienda en la población mayor", con lo cual se denota que hay un timo en la propuesta del Gobierno de Duque, puesto que la pretensión es que la Hipoteca Inversa, o sea, la venta forzada de la casa, sea el reemplazo del derecho de la pensión.
Con esto se busca: i) desmontar un derecho social fundamental, ii) permitir al sistema financiero la especulación con la vivienda, iii) armarle un negocio con alta rentabilidad a esos mismos bancos, y iv) la "despatrimonialización" del núcleo de la familia del cliente de la Hipoteca Inversa. Hace cerca de cuarenta años que este tipo de producto financiero viene golpeando la población mundial y por ejemplo en España, según la Fundación de Estudios Financieros, entre las causas que llevaron a su escaso desarrollo están: i) la crisis de especulación inmobiliaria, ii) la carga que le queda a los herederos y iii) los gastos a cargo del cliente. Pero en realidad, lo que queda demostrado es que es un portentoso negocio que le arman a los banqueros y ¡la pretensión de debilitar aún más al sistema público de pensiones!