Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

MISIÓN LA GUAJIRA
Una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

De lo profundo del desierto salió agua, llegó la luz con paneles solares y reverdecieron huertas alimenticias para dejar atrás siglos de desesperanzas

La importancia de lo que significa La Guajira

Soluciones con la comunidad Wayúu

Infraestructura energética y de agua

Quienes llegan corriendo y saludan sonrientes, son los niños de la escuela de dos rancherías vecinas, Parenska I y II, y a la distancia Grasamana. Son 113 familias las que viven allí. Hablan entre ellos wayuunaiki. La maestra Diosenit Epiayú, acompañada por sus 76 niños de la escuela que lleva el nombre de la comunidad y unida a la voz firme de la autoridad Vicente Epiayú, ha estado desde el primer día al lado de los trabajos de perforación de pozos, y a la instalación de la planta potabilizadora, que ahora manejará la comunidad con pequeños aportes para mantenerla limpia y asegurarle unos modestos ingresos a quienes velan por su mantenimiento. La planta de tratamiento la recibieron el 4 de mayo, fue la primera de muchas con las que buscan impactar a 81 comunidades, esa es la meta que han propuesto Promigas y el Grupo Aval este año en Manaure y Uribia, donde solo el 15% de los pobladores dispersos en el desierto, tomaban agua potable.

Ese primer sábado de mayo abrieron la llave y bebieron agua extraída a 120 metros de lo profundo del desierto después no de años sino siglos de recoger agua lluvia, también escasa en la península o de caminar kilómetros para llegar a un riachuelo con agua natural pero no siempre potable , que cargaban en tanques de plástico, o recoger agua de lluvia estancada para lavar, bañarse, beber o buscar jagüeyes o bordos con agua almacenada, donde animales y seres humanos se juntan para calmar la sed . La urgencia era clara y ese día vio la luz el proyecto Misión La Guajira y los wayúus pudieron comprobar que no estaban condenados a seguir repitiendo por generaciones la misma historia de sed, pobreza y desnutrición.

 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

Historia de un sueño que en 6 meses se ha hecho realidad

Era el primer encuentro del Presidente Petro con dueños y herederos de importantes fortunas de Colombia, contradictores suyos y quienes entre unos y otros solo había desconfianza. Fue el 22 de noviembre del año pasado en la Casa de Huéspedes ilustres de Cartagena, donde se dio una cumbre de herederos de nueve de las grandes fortunas colombianas, ya preparados para tomar las riendas de los negocios, entre quienes se encontraba solo uno de los grandes, de los creadores de las grandes empresas: Luis Carlos Sarmiento Angulo.

No solo es el fundador de la organización que lleva su nombre, que construyó a pulso, sino reconocido por su compromiso en la puesta en marcha de proyectos filantrópicos que ha asumido personalmente como Colfuturo para financiar estudios de postgrado de colombianos en el exterior, el edificio de la facultad de ingeniería de la Universidad Nacional y el recién inaugurado Centro de Tratamiento e Investigación (CTIC), en el que comprometió una donación de 1.4 billones de pesos para el terreno, construcción, proyectos, dotación, equipamiento, amoblamiento y el subsidio mientras el CTIC llega a su punto de equilibrio.


Ese día, Luis Carlos Sarmiento adquirió un nuevo compromiso, un reto mayor por tratarse de un esfuerzo público privado en una de las zonas ricas geográfica y culturalmente, pero deprimida social y económicamente: La Guajira.

Nace un programa con propósito: mejorar la calidad de vida de 3500 familias wayuus con tres pilares fundamentales: agua potable, energía a través de paneles solares y revivir las huertas comunes para asegurar mejores alimentos y sin costo.

 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia
 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

Una de las poblaciones pertenecientes a la etnia arhuaca, que ha ocupado la desértica península en el límite norte de Colombia, desde la antigüedad, ha estado desatendida por el Estado y carente de mucho, pero sobre todo de algo esencial para la vida: agua limpia para beber. Sarmiento trazó entonces su nuevo desafío filantrópico: llevar agua a 81 comunidades wayúu del área de Manaure y abrir camino. Otros empresarios y el gobierno pueden también saldar una deuda histórica con la etnia arhuaca, que lleva batallando con el desierto, las distintas conquistas, la amenaza de la llamada civilización y la pobreza por siglos.

0
inicio del proyecto
0
comunidades
+ 0
habitantes
 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

El punto de partida: respetar la cultura y escuchar a las comunidades

Su lengua, el wayuunaiki que quiere decir “persona con buen uso del razonamiento” la hablan todos en la Península de La Guajira, al norte de Colombia, y a través de ésta preservan sus tradiciones y valores culturales.

Son 600 mil hablantes según la ONU y tanto su lengua, como sus trajes, como sus mitos que vuelven danzas o cuentos conservan ese halo de misterio que han trasmitido generación tras generación, especialmente por las mujeres. Las matronas que han preservado sus poco más de 30 clanes, una descendencia compacta que los mantiene unidos por la sangre, y que a pesar del contacto externo permanente su esencia cultural permanece intacta. Por esto, un imperativo del proyecto sería: el respeto a la cultura y la consulta con la gente.

Los Wayúu un mundo lleno de misterios por descubrir

Acompañada por una traductora, Liliana Duarte y la gerente del proyecto María Camila Muñoz, una administradora comprometida con el trabajo social, quien, junto con su equipo, es la voz y los oídos de Promigas en el territorio, ha escuchado durante días, semanas, meses, a los mayores y mayoras, adultos y jóvenes, en las 13 rancherías donde llegará Misión Guajira, en el municipio de Manaure.

 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

Los Wayúu hablan, también cantan con largas parrafadas que llegan cargadas de anécdotas, de historias de vida con su visión única del mundo, su cosmogonía, sus valores, su inmensa y compleja cultura pero también en esos círculos de conversación no faltan los relatos de frustraciones, de promesas no cumplidas; barreras que habrá que romper con diálogo y con persistencia, con hechos, para ganar confianza y convencer que esta vez se logrará el propósito de llevar agua al menos a 81 comunidades en la región de Manaure, en el sur del departamento.

ALGO ESTABA CLARO PARA MISIÓN GUAJIRA, NADA SE HARÍA SIN EL CONSENTIMIENTO DE LA GENTE, DE LAS COMUNIDADES.

Cada avance de Misión La Guajira, incluidas las recomendaciones técnicas por parte del equipo de expertos contratados por Promigas, debía ser validado por las comunidades: el lugar del pozo, el recorrido de los tubos y las rancherías vecinas que podrían acceder al agua. Horas y horas alrededor de la palabra construyendo confianza, y allí, los mayores tuvieron la palabra. Sin ello, nada habría sido posible.

Los mayores y las mayoras tienen la palabra

Cuando Remigia Pushaina habla, todos a su alrededor están atentos. El silencio permite que sus palabras, en su lengua wayuunaiki, que casi ningún arijuna (quien no es Wayuu) puede entender, sean escuchadas una a una. Nadie la interrumpe. Allí en la Guajira, la palabra es muy importante, es lo más importante. La palabra wayúu se respeta y más si es la palabra que viene de la sabiduría de un mayor o una mayora, como Remigia.


Ella es la autoridad de la comunidad Chispana, una de las tantas rancherías de Manaure, en la media Guajira. Remigia es una de las pocas mujeres que son autoridad Wayuu, donde, aunque son ellas las que transmiten el poder por ser una sociedad matrilineal, en la mayor parte de los territorios son hombres los que mandan.

 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

Vestida con su imponente manta guajira, la acompañan sus sobrinos Jorge y Claro Cotes, también pesan en las decisiones y tienen la ventaja de hablar castellano. Renigia es la anfitriona, toma la palabra en wayuunaiki, que aunque no lo entendamos quienes somos ajenos a su cultura, la musicalidad se impone. El tono, los acentos, las pausas y la fuerza que le pone a algunas de las palabras, envuelven el entorno.
Remigia empieza agradeciendo. Eleva sus palabras a Ma’leiwa, el dios de los Wayúu. Agradece al gobierno, al sector privado, Promigas, que han posibilitado la construcción de pozos, pero también que prosperen las huertas, como ocurre con su comunidad Chispana y también en Pondore, donde 102 familias ampliadas tendrán agua, no solo para beber, sino para regar a las plantas de las huertas.

 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

En Chispana, ha prosperado la huerta no para el cultivo de alimentos, sino como un emprendimiento económico enriquecido por todo el ciclo de producción, porque los hermanos Cotes tienen experticia como agricultores y han tomado cursos para comercializar los excedentes de los productos.

Los vegetales se podrán regar con agua de pozos recuperados movidos por molinos de vientos instalados haces 70 años en un programa de Gustavo Rojas Pinilla.

Como parte del proyecto se ha adecuado el molino que mueve el antiguo pozo de agua, cuyo mejoramiento forma parte del programa de Misión La Guajira, con lo cual se garantizará el agua para el funcionamiento de la huerta, cuyo apoyo ha sido asumido por el Gobierno Nacional a través del Departamento de Prosperidad Social (DPS).

 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

Lucas Epinayu es uno de los mayores de la comunidad Grasamana, otra de las rancherías de Manaure a donde llegó Misión La Guajira. Pertenece a al clan de los Epinayu, una de los treinta de la etnia Wayuu. Con su palabra, su voz de autoridad ha sabido explicarle a las familias de la ranchería las bondades del pozo cuya agua han aceptado compartir con los vecinos.

Cerca de Grasamana está Pondore, la autoridad de allí es Alejandro Uriana. Otro de los mayores que en círculo, rodeado de hombres y mujeres envueltas en sus mantas siempre tejiendo, también habló de la llegada del agua potable a su comunidad. El agua es para todo aquel que la necesite, dice Alejandro Uriana, otro de los grandes logros producto del diálogo personal, uno a uno: compartir el agua con vecinos o incluso pobladores lejanos, rompiendo así fronteras invisibles.


Allí también se instalarán paneles solares, pero no individualmente sino en los lugares de encuentro, las áreas comunes donde los Wayuu se reúnen a conversar y a tejer, para que el tejido pueda prolongarse en las noches.

LOS NIÑOS LOS GRANDES GANADORES

Cuando los mayores y las mayoras Wayúu hablan, lo hacen casi siempre en tercera persona. Entienden la vida como un logro colectivo en el que los beneficios, como ocurre también con las carencias, se comparten y deben suministrarla a todos por igual.

 
Les llegó el agua potable tarde en sus vidas, pero todos son recurrentes en decir que habrá una generación que crecerá distinta en mejores condiciones de salud y alimentación, gracias en buena medida a los pozos que se han abierto con Misión La Guajira. Los niños estaban allí; jugueteaban limpios y con los uniformes de la escuela bailaban también, recitaban y se dejaban fotografiar.

 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

Las muertes y las enfermedades gastrointestinales, producto del agua contaminada, sacada de jagueyes o recogida en recipientes sucios, empiezan a ser asunto del pasado. Poco a poco. Mientras el año pasado murieron en La Guajira 94 niños, muchos por desnutrición; por hambre, en el 2024 ha ocurrido lo mismo, y lamentablemente, con 45 niños. Con frialdad estadística, se han disminuido las muertes y el agua empezó a llegar a algunas rancherías solo en mayo.

 
El efecto del agua, salida de los pozos profundos y tratada en las plantas potabilizadoras, así como la movida por los antiguos molinos reparados, que llegará a las plantas de las huertas, se irá viendo en el tiempo y de manera promisoria.

 - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia - Misión la Guajira: una nueva vida para 13 comunidades Wayuu en Manaure y Uribia

La pobreza, la falta de ingresos y de acceso a alimentos, sigue marcando el transcurrir de los días, en un departamento donde casi el 60% de las personas no tienen unas mínimas condiciones para una supervivencia digna.

 
Como lo han dejado en claro, los mayores Wayúu, con la llegada del programa del Grupo Aval, Promigas y el Gobierno nacional a La Guajira, los más de 400 mil niños y adolescentes que viven allí, son los más beneficiados. Mientras Misión La Guajira les siga garantizando el agua potable, su bienestar también estará garantizado.

El objetivo: seguridad alimentaria, inclusión productiva, acceso a agua y energía

Todos los derechos reservados. All rights reserved. 2024.

Fotos y videos: Promigas, Grupo Aval y Presidencia de Colombia.