A finales de junio del 2012 el administrador de empresas Orlando Carbrera Molinares fue reelegido por cuarta vez consecutiva en la dirección de la Corporación Autónoma del Magdalena, Corpamaga. Como en los anteriores procesos, para la nueva relección fueron decisivos los cuatro votos de los alcaldes con asiento en la junta directiva del ente ambiental, esta vez estuvieron Plato, Santa Ana, El Retén y Remolino, los dos últimos con injerencia en la Ciénaga Grande en donde estaba proyectada la realización de nuevas y millonarias inversiones en obras, y en donde se conjugan intereses de todo tipo por la posición estratégica y la fertilidad de sus tierras.
De un total de doce votos Cabrera Molinares obtuvo siete y patricia Polo cinco. Ésta fue señalada de ser la candidata del gobernador Luis Miguel Cotes, el aparente perdedor. Para nadie fue un secreto el respaldo y apoyo firme y decidido que al reelegido director tuvo y ha tenido desde hace varios años por parte del representante Eduardo Díaz Granados Abadía, cuya familia posee propiedades y cultivos que colindan con la Ciénaga Grande, y quien durante su campaña para reelegirse a la Cámara vociferaba haber sido el gestor de la ley que incrementó del cinco al ocho por ciento los recursos de la sobre tasa ambiental en los peajes de la vía Ciénaga-Barranquilla. "Incrementar recursos para recuperar la Ciénaga Grande de Santa Marta es un compromiso”, decía en su discurso Díaz Granados Abadía, quien es primo del viceministro de Agricultura.
Basada en el respaldo de los recursos que obtendrían por la sobre tasa ambiental, el 3 de diciembre del año pasado, Corpamag abrió licitación pública para contratar obras de recuperación y mantenimiento de caños principales y secundarios del complejo deltaico estuarito Ciénaga Grande de Santa Marta. La licitación se cerró el doce de diciembre y hubo un solo proponente, Servicios de dragados y construcciones s.a., firma que ya venían laborando con Corpamag en obras similares. El 26 de diciembre se firmó el contrato por 80 mil 625 millones de pesos a 15 años, y una interventoría por 7 mil 700 millones de pesos.
(https://www.contratos.gov.co/consultas/detalleProceso.do?numConstancia=14-1-129535)
A pesar de que se estaban comprometiendo vigencias futuras para los próximos 15 años, la licitación se llevó a cabo en un tiempo record de 12 días, y para ello se basaron en unos estudios técnicos de 1993, realizados por la GTZ de Alemania para el primera fase del plan de recuperación de la Ciénaga Grande. En el millonario contrato solo se mencionan obras hidráulicas, dragados, terraplenes y retiro de maleza en los municipios de Sitio Nuevo y Pueblo Viejo en los caños Clarín, Renegado, Aguas Negras, El Torno y Almendros entre otros. Por ningún lado aparece Remolino y el caño Condazo, donde se concentra el desastre ecológico por haber sido desviado, varias de sus ramificaciones taponadas y sus humedales adyacentes rellenados.
Los estudios y recomendaciones de los expertos señalan que para que se puedan dar avances en la recuperación dicho plan tiene que ser integral. Es decir, las obras civiles deben estar acompañadas por otras en el campo social con las comunidades que habitan los alrededores del espejo lagunar quienes también generan un gran impacto en la reserva natural, y en la millonaria contratación que se dio en diciembre y que debería comenzara a ejecutarse en enero solo aparecen obras civiles. Corpamag no ha explicado si de la novicia sobre tasa, aún queda alguna esquirla para invertir en los habitantes de los pueblos lacustres y palafitos de la Ciénaga Grande que hoy mueren de hambre y de sed.
Pero quizás no fueron los deshilachados habitantes o los pescadores de luceros los que han rellenado más de tres mil hectáreas de humedales, desviado corrientes y construido un terraplén de unos 27 kilómetros en jurisdicción de Remolino, zona sur del espejo lagunar, obras que requieren de una inversión de miles de millones de pesos y de varios años de labores. Estas tierras fueron unas de las escogidas por los comandantes de los paramilitares para montar bases cuando decidieron tomarse la Ciénaga Grande y su entorno. A una parte de los parceleros les toco vender por lo que dijeran los de la AUC, otros para tratar de salvar sus vidas huyeron solo con lo que tenían puestos, y a los más desafortunados los asesinaron.
En la alcaldía de Remolino nunca vieron nada y mucho menos las autoridades ambientales. Las monumentales obras ni siquiera les causaron sospecha a los miembros de la fuerza aérea, el ejército o la policía cuyos helicópteros sobrevuelan con frecuencia la zona. Si para adelantar un kilómetro de terraplén en zona pantanosa se necesitan entre setecientas y mil volquetas de relleno y su costo puede estar entre los mil 500 y dos mil millones de pesos y fueron más de 27 kilómetros los construidos. Cómo puede ser posible que nadie se haya percatado de semejante movimiento de tierra y de maquinaria pesada en un pueblo en el que en época de verano pasa un lagarto y deja una nube de polvo que a todos causa admiración.
Quien dice ser el propietario de los predios, donde se realizaron las obras que han ahondado la crisis de la Ciénaga Grande, indicó, sin mostrar documento alguno, que todo eso tenía el visto bueno de la Corporación Autónoma Regional de Magdalena, Corpamag. Señaló además que el material que sacaron en el dragado del caño Condazo se lo regalaron a él para que hiciera parte de los terraplenes. Hechos que fueron negados por directivos de la Corporación. Cabe anotar que las tierras aledañas a la depredación ambiental están en proceso de restitución al haber sido despojadas a campesinos y entregadas a supuestos testaferros de los paramilitares, uno de los cuales trabajó hasta hace poco en la secretaría de agricultura del Magdalena.
Según Corpamag en la zona donde se adelantaron las irregulares obras no realizaban inspección porque había presencia de grupos armados ilegales que amenazaban a los funcionarios, sin embargo el director seccional de fiscalía dijo que allá no reposa ninguna denuncia formal sobre tales hechos como tampoco hay archivos en la policía y ni en el ejército en donde directivos de la Corporación solicitaran acompañamiento para ingresar a la zona en referencia.
A mediados de diciembre, con fotos y vídeos, la Unidad regional de parques denunció el hecho ante Corpamag organismos que solo hace aproximadamente quince días expidió una resolución para una medida preventiva que exige la suspensión inmediata de las actividades agrícolas en sectores de Mendegua, en donde se realizan las obras que afectan el caño Condazo y la estabilidad del complejo lagunar. El alcalde de Ciénaga aseguró que hace un denunció ante Corpamag tala y quemas en varios humedales de su jurisdicción y hasta hoy nada ha pasado, las tierras abonadas fueron cercadas tomadas para el pastoreo de ganado. Hace unos dos años en sectores de Aracataca equipos del banco de maquinarias del departamento fueron tomados para hacer relleno de humedales cuyo proceso judicial sigue engavetado.
