A los concejales de cualquier municipio colombiano, se los puede encontrar acompañando la inauguración de una vía, dando un discurso sobre la importancia de ser el representante de los ciudadanos o hablando bellezas sobre el funcionamiento de su municipio y las bondades de su alcalde.
Pero que uno vea a un Concejal, micrófono en mano, declamando poesía, hablando de versos y de poetas eso es otro cuento. Pero que los hay, los hay.
Tal el caso de Fernando Calle Cadavid, un Concejal de Jamundí en el Departamento del Valle del Cauca, que ha publicado libros de versos y que constantemente participa de tenidas literarias en las que la poesía tiene un espacio de privilegio.
Lo encontré en Trujillo, Valle del Cauca, estaba participando en el Primer Concurso de Poesía y Declamación “Alfonso Calle Londoño”, evento que unos gomosos de las letras habían organizado para rendir tributo al primer poeta de esa población quien era abuelo del protagonista de esta charla.
Amable y jovial le vi subirse al escenario del Teatro Santander y declamar un poema de su autoría en homenaje a su abuelo a quien a su vez el Municipio rendía reconocimiento que daba nombre al concurso.
Fernando, nació en Montería, Córdoba pero hace 40 años reside en Jamundí. Es administrador público de la Esap, con especialización en Gerencia y Alto Gobierno en Barcelona España.
Le pregunté cómo había venido a parar desde la capital ganadera de Colombia a la tierra del Cholado, en Jamundí.
«Vengo de una familia con raíces antioqueñas. Mi padre fue un viajero infatigable que un día recaló en Jamundí, se enamoró del lugar y allí detuvo su errancia por el país».
Calle es uno de los concejales de Jamundí que más periodos consecutivos lleva pues ha acumulado 5 periodos de 4 años cada uno.
Le pregunto por la dificultad de hacer política ya que la gente menosprecia mucho a los políticos, pero Fernando sabe que la política es compleja ya que «quedar bien con todas la comunidades no es fácil. Uno trata de hacer lo mejor para el bien común, así afecte intereses particulares, pero siempre con la mira de que el beneficio obtenido sea para la gran mayoría de las personas. He tenido la oportunidad de servir a muchos, pero sobre todo, establecer un contacto directo con la ciudadanía para que se convenzan de que la política es un espacio en el que se puede trabajar por la gente».
¿Qué le decidió por la política?
Desde muy joven me interesó el aspecto social. Hice parte de los comités estudiantiles, en el colegio del Comité de Bienestar Estudiantil y una vez terminado el bachillerato, gracias a mi hermano que era candidato al Concejo me fui acercando a los vericuetos de la política.
Luego puse mi nombre a la consideración del público y logre llegar al Concejo de Jamundí.
Hay una faceta de su vida que no sé que tanto sea reconocida en Jamundí y es la de ser escritor, poeta y declamador. En un político esto no es muy común pues parecería que no es compatible la política, tan insensible que parece, con la poesía que requiere de altas dosis de sensibilidad.
Lo de la poesía tiene una historia. En mi familia la poesía y la política siempre han estado presentes. A todos mis antepasados les gustaban ambas cosas. Esa vena de políticos y escritores se mezcló en alguna parte y a mí me llegaron esos genes.
Pero esto tiene una ventaja también. Cuando yo empecé a escribir poesía, a participar en recitales y a darme a conocer como escritor, se me abrieron muchas puertas para que la gente me conociera. Jamundí me reconocía como poeta.
Cuando puse mi nombre como candidato al Concejo, la gente ya sabía quién era Fernando Calle. Conocían más al poeta que al político. Eso generó confianza en la gente pues un poeta tiene un alma sensible y la política necesita almas con gran sensibilidad por el dolor del otro.
¿Qué fue lo primero que escribió y puso a consideración del público?¿cuál fue la reacción de la gente?
Desde muy joven escribía y coleccionaba mis poemas. Alguna vez decidí que además de escribir yo podría vender mis libros.
Publique mi primer libro que llamé Delirios Poéticos, editorial mi bolsillo. Salí a comercializarlo en las instituciones educativas. Primero lo hice fuera de Jamundí para conjurar aquello de que “nadie es poeta en su tierra”. Recorrí algunos municipios del Valle con gran aceptación. Terminé en Jamundí haciendo una muy buena comercialización pero sobre todo socializando lo que es la poesía romántica, la de los sentimientos, la que sirvió a nuestros abuelos para enamorar a sus esposas.
Luego publiqué otro libro Cosas del amor y llegue a vender de los dos ejemplares, unas 25 mil copias en todo el Valle del Cauca. Aunque es muy difícil vender poesía me fue muy bien con mis libros. Creo que lo logré porque era yo quien los promocionaba, declamaba los poemas en las aulas de clase, y porque enseñaba, de alguna manera, el sentido social de la poseía.
¿Cuáles han sido para usted las motivaciones que le impulsan a escribir poesía?
Soy una persona muy sensible. Escribo sobre todo al amor. Mi inspiración siempre ha sido la mujer; no mi mujer —aclara— sino las mujeres en general.
No siempre los poemas son de momentos que yo haya vivido o historias que me hayan sucedido. Me inspiro también en las historias de otras personas y, claro, también acudo a la creatividad, a la inspiración. Cuando alguien lee un poema mío puede identificar con que el ya que es espejo de algo o de alguien.
¿Qué es lo mejor de ser poeta?
Es un mundo especial. Cuando uno escribe se aísla para expresar sus sentimiento, se está a solas con los pensamiento y lo que quiere trasmitir. Cuando uno ve el poema terminado es una emoción especial, es como, creo, debe ser una obra terminada para el pintor. Uno sabe que ese poema va a trascender el tiempo.
¿Para qué escribir poesía en un mundo que parece tan alejado de la sensibilidad hacia esas manifestaciones?
Porque es un ejercicio personal. Uno no escribe para que lo escrito le guste a los demás. Uno lo hace para sentirse bien para expresar su ser interior. Lo que ocurre es que esos poemas cuando se socializan, muchas personas se identifican con ellos, los hacen suyos y para cada lector tiene una interpretación particular, a veces alejada de la intención del autor. Pero ese poema es una emoción, una identificación especial para alguien.
¿Qué es para usted la poesía?
Es un encuentro con mi intimidad con los sentimientos que están allá escondidos dentro de uno.
¿Un poeta que le guste?
Me gustan muchos, pero en especial Julio Flórez a quien leo con regularidad. Me gusta su tono para los versos, su romanticismo y a la vez lo dramático de su poesía.
¿Qué proyectos como escritor tiene a corto o mediano plazo?
Yo no paro de escribir. Lo hago constantemente. Estoy trabajando en una antología poética en la que recoja lo mejor de mis poemas.
¿Le reconocen como poeta sus compañeros del Concejo Municipal?
No solamente en el Concejo. En Jamundí también tengo reconocimiento como escritor.
¿En que afectan las redes sociales o en que benefician la poesía?
Siento que hoy nadie quiere leer un libro físico. Las redes son una oportunidad para dar a conocer nuestros trabajos poéticos, permiten el conocimiento de la obra y el reconocimiento a los autores.
Usted estuvo en Trujillo atendiendo invitación al Primer Concurso de poesía y declamación que lleva el nombre de Alfonso Calle Londoño, su abuelo paterno?
Si, ha sido una experiencia emocionante que esta ciudad vallecaucana le rinda reconocimiento a mi abuelo como primer poeta de Trujillo. El escribió poemas de la cotidianidad que le tocó vivir y hoy son un referente para las personas de ese Municipio. Estuve en el evento invitado como descendiente directo y para mí fue emocionante poder participar en ese homenaje.
¿Una reflexión para quienes deseen intentar el camino de la poesía?
Decirles que cuando uno escapa de la realidad, de ese mundo tan complejo como el que estamos viviendo, la poesía es el mejor refugio, el lugar en donde uno se encuentra con sus propios sentimientos, con sus ideas y en donde puede conciliar la vida con lo que se piensa.
A usted le rodean las “P”: es decir, la poesía y la política. ¿Cual prefiere?
Ambas. Pienso que por medio de la política he logrado cambiar una realidad social de mi familia y también de otras personas pues he podido ayudar a las comunidades, a algunos amigos, a la gente en general.
La poesía es una pasión que me ha permitido acercarme al corazón de muchos, producir emociones nuevas en ellos. Poesía, política y pasión, las tres “P” con las que me identifico.
ME GUSTAN
Me gustan tus ojos color de noche
Que llenan de luz cada momento,
Me gusta la alegría y el derroche
De tu cabello libre con el viento..
Me gusta tu piel suave y serena
Que invade mis sentimientos locamente,
Me gusta tu figura de sirena
Que navega sensual entre mi mente.
Me gustan tus labios entreabiertos
Que invitan al placer de una aventura,
Y tus brazos largos, que abiertos
Quisieran atrapar cielo y llanura.