Escéptico. “Dícese de la persona que duda o desconfía de la verdad, eficacia o posibilidades de algo, especialmente de las creencias comúnmente admitidas”, dirá un hombre sabio.
Pues soy un escéptico.
Soy un completo escéptico de un futuro para Colombia. Tengo sesenta y dos años y en toda la vida que viví en Colombia vi siempre una derecha que gobernó que no hacía nada para el pueblo, la misma demagogia de siempre, hacerse más ricos con todo lo que se roban y del otro lado con una salud en donde para acceder a ella debes entrar en un mundo bancario. Desde el López ese recuerdo yo, y me acuerdo que entonces se cerró el sistema ferroviario y uno no entendía cómo terminan los trenes. Y los terminaron y todo ha sido la misma mierda, sin trenes y tres clases sociales claramente diferenciadas.
Una alta y pudiente que le importa un coño la vida de los otros y no me pregunte por eso porque me voy el próximo finde a mayami donde hay unos trenes de muerte.
Muchísimos, casi todos, que nos caen mal esos de muy arriba, y nos embalamos cuando somos socios del club, gente de tira y afloje, intentando ser siempre arribita en la sociedad, que no se nos confunda con la chusma.
Y otra gran minoría de colombianos, de una Colombia que desconocemos, olvidada de todos, y sometida a la voracidad del ladrón convertido en político.
Y eso es el futuro, no se vislumbra alguien que cambie el rumbo hacia lo social
No creo en ese tal Santos y la paz que sembró, y menos en ese terror que es el innombrable y menos por la nueva izquierda de Petro y Duque no me da ninguna buena espina
Salud para todos, pública y gratuita, y obvio que de alta calidad.
Nadie propone ni algo parecido ni que nos hubiéramos convertido al comunismo.
La salud cuesta dinero y ya, consígase médico y contrate una compañía que le encanta tu plata.
Pero es que por el otro lado solo se ven las sombras de esa cosa horrible en que se convirtió Nicaragua
Si, una izquierda que acabó con los sueños, una izquierda llena de peligrosos incendiarios. Una izquierda sin bandera, países tristes donde gobierna convertidos en pequeñas dictaduras.
No sé cómo está la cosa por los países vecinos,
pero en Colombia hay un Petro que si llega a ganar
quién sabe qué mierdero arma
No sé cómo está la cosa por los países vecinos, pero en Colombia hay un Petro que si llega a ganar quién sabe qué mierdero arma, pero eso de salud para todos no, que de momento estamos maquillando la cosa. Esa es la nueva izquierda. Pues no, dejé de ser de izquierdas. Una amiga me bloqueó por wasap y feisbuk cuando le dije que yo era de izquierda y a la vez incapaz de votar por Petro, una dinamita autorreversible.
Si miran mi largo historial aquí en Las2Orillas verán que lo que prima es el que creer no vale la pena en el mundo triste político colombiano, donde han confundido negocio particular muy lucrativo con noble política de hacer cosas sociales.
Y desde ahora, salvo cuando prime, dejo el tema político y me dedicaré a hablar de otras cosas, como por ejemplo aquellas grandes personas que tienen como punto de partida en la vida, cooperar y ser solidario, labores hermosas que mucha gente hace.
Y hablando de…
Y hablando de escépticos, hablaré de árboles
Que le guste mucho el diesel está muy bien, señor alcalde, pero, ¿qué culpa tienen los árboles?
