El 25 de noviembre de 1958, se expide la Ley 19 que crea la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y el Departamento Administrativo del Servicio Civil (hoy Función Pública). La norma en armonía con los tiempos y las esperanzas buscaba la modernización del Estado en plena implementación del frente nacional, acuerdo a través del cual los partidos políticos liberal y conservador se turnaban la presidencia, con el fin de civilizar las disputas bipartidistas. Por ello el balance de estas instituciones es la de los logros, avances pero también frustraciones de los colombianos en la construcción de un Estado que promueva la prosperidad y dignidad de sus ciudadanos.
En el caso de la ESAP la idea de sus fundadores fue darle un camino racional a la administración pública, atrapada en su momento en la violencia bipartidista y convertida en botín de guerra. Sin embargo, la misión tropieza con la lógica política que se impuso en la “la formación, avance y desmonte del Frente Nacional” donde prevaleció la distribución milimétrica de los empleos del Estado. Las voces técnicas pregonan la necesaria implementación de la carrera administrativa y por ello la ESAP en un contexto adverso inicia su tarea bajo un esquema similar a su par francesa la ENA, como un centro de estudios y creación de pensamiento donde se formaran los administradores públicos que cumplieran la función modernizadora.
Los inicios de la ESAP están marcados por las rápidas transformaciones de la sociedad colombiana en la década de los sesenta, siglo XX, fundamentalmente por la acelerada urbanización que imponía nuevos desafíos a la administración pública para ofrecer servicios a la creciente población. Bajo este contexto el presidente Alberto Lleras Camargo, en 1.962 pone en marcha la escuela, con la facultad de ciencias políticas y administrativas, además del área de capacitación. La década de los setenta la ESAP impulsará los programas de capacitación en las regiones y fortalecerá la formación pregradual pero será la década del ochenta con los aires de la descentralización la que llevará a la ESAP al plano regional y local. Sin lugar a dudas la Constitución de 1991 y los cambios institucionales como la profundización de la descentralización colocarán a la ESAP en el primer plano como institución que posibilitara fortalecer la capacidad de los entes territoriales para asumir el reto de un país centralizado a uno descentralizado.
Es indudable que en este camino hacia la modernización del Estado la ESAP ha cumplido un papel relevante. Los esfuerzos por generar capacidad institucional desde el plano local y regional para asimilar e incorporar los cambios normativos e institucionales, sin lugar a dudas, han contribuido a mejorar las condiciones de miles de colombianos. Es cierto que la persistencia de fenómenos como la corrupción y la decidía son obstáculo para desatar desarrollo sin embargo los logros obtenidos nos permiten afirmar con certeza que esta Colombia en sesenta años ha dignificado la situación de sus habitantes a partir de administraciones públicas más eficientes.
Hoy la ESAP es una institución que brinda educación través de programas acreditados de alta calidad como administración pública presencial en Bogotá y administración pública territorial en 134 municipios de Colombia, muchos de ellos aislados y con rezago en su desarrollo, en una Colombia que camina hacia la convergencia territorial. Cuenta con 13.413 estudiantes en pregrado y 1.776 en programas posgraduales. De igual manera capacita, no solo a servidores públicos sino a la ciudadanía en el saber administrativo público y brinda asesoría y asistencia técnico a los municipios más pobres del país.
Baja capacidad institucional de los municipios es pobreza para sus habitantes, por ello la tarea de la ESAP a partir de fortalecer la administración pública local, regional y nacional debe ser valorada por la sociedad y el Estado. La ESAP tiene como reto ser timonel en las transformaciones de las entidades públicas y ser el órgano consultor del Estado en el saber administrativo público. La ESAP es y deberá seguir siendo una institución universitaria fundamental para la Colombia que soñamos.