Hasta hace dos días me di cuenta de la campaña que le está dando la vuelta al mundo en las redes sociales; me ha llamado mucho la atención la acogida que ha tenido por parte de reconocidas personalidades no solo del mundo del espectáculo, sino también deportistas y hasta grandes empresarios como es el caso de uno de los hombres más ricos del mundo: Bill Gates.
No puedo negar que el gesto como tal de “mandarse” un baldado de agua fría con su consecuente reacción por parte de quienes lo hacen, me ha generado gracia y hasta un tanto de admiración. Ver a nuestra Shakira en compañía de su Piqué uniéndose al reto y retando a su vez a otros para que se unan a la exitosa campaña, es una acción que no pasa desapercibida sobre todo porque nuestra cantante tiene la osadía de retar al papa Francisco cual viejos y grandes amigos. Es indudable que el método elegido para poner en práctica la filantropía como uno de los valores más urgidos en nuestro mundo, es verdaderamente novedoso.
Pero mientras media Colombia goza con la iniciativa mirando cómo sus “ídolos” cumplen la hazaña, quizás la otra media (aclaro que nuestro país casi siempre todo es por mitad) se siente un poco indignada preguntándose si mejor hubiera sido recolectar esa agua, purificarla de ser necesaria, empacarla y enviarla hasta La Guajira o hasta cualquier otro lugar del mundo donde el valioso y preciado líquido escasea por doquier.
Una de las cosas que vino a mi pensamiento cuando empecé a ver que el asunto estaba adquiriendo dimensiones planetarias, fue precisamente recordar cómo en muchas partes de nuestro país por varias semanas, en varias ciudades y en varias empresas y familias se recolectaban bolsas de agua con el fin de apoyar a nuestros conciudadanos del norte del país. No importaba el tamaño de la bolsa, lo ejemplar fue que muchos se movilizaron por una causa noble.
Creo que nadie niega, y de ser así sería demasiado atrevido, la importancia de generar conciencia y movilizar personas por causas nobles y loables. Quién va poner en entredicho las necesidades del mundo y las urgentes respuestas que se deben dar a la hora de ponerse la mano en el corazón para contribuir generosamente allí donde se requiera. O quién de buena voluntad, si así lo decide, no estará dispuesto a dar u ofrecer de lo que tiene para que este mundo sea un poco mejor en todo sentido. Sin embargo, a veces las formas tal vez no son las más acertadas; no creo que para este caso “el fin justifique los medios”.
Sin embargo, como suele suceder en el mundo de los famosos lo más importante es entrar en la dinámica de las ideas que se imponen como verdadera innovación; aquí no importan los medios, ni las formas, ni el ser mismo; interesa eso sí, el aparecer, el no quedarse atrás, el hacer el show mediático de la imagen y la moda del momento. No en vano la campaña consiste en cumplir un reto, donar un dinero, y retar. Pero no se reta a cualquiera, no se imagina uno a Falcao retando al obrero que trabaja en la obra cercana a su casa; Alejandro Sanz retando a la señora que lo apoya en su cocina o en el aseo de su hogar; o a Fonseca a uno de sus músicos que conforman su banda.
Seguramente muchos de los que aceptaron el reto, en días pasados se indignaron cuando vieron el programa de Pirry sobre la situación que viven nuestros Guajiros; y lo más probable fue que apoyaron y ofrecieron dinero y hasta agua para mitigar tanto sufrimiento. Pero hoy ya el asunto es otro cuento, y en él se deben embarcar para no quedarse atrás, no importa que tengamos que botar un poquito de agua que seguramente a nadie le hará falta.