El pasado domingo 11 de marzo se llevaron a cabo en Colombia las elecciones legislativas, donde se presentó una de las situaciones más incomodas y reprochadas para la Registraduría Nacional del Estado Civil: la falta de tarjetones electorales oficiales de las consultas partidistas para la elección de candidatos a la presidencia de la República. Dicha situación generó una inquietud en la ciudadanía sobre el sistema de votación tradicional y si este debería ser reemplazado por el voto electrónico.
La Ley 892 de 2004 ordenó al Gobierno nacional la implementación del voto electrónico antes del año 2009, pero dicha ley no fue cumplida. Años después, el artículo 39 de la Ley 1475 del 2011 volvió a ordenar al Gobierno la implementación del nuevo sistema de votación para las elecciones al Congreso del 2014. La Registraduría Nacional se ha manifestado ante estos incumplimientos, diciendo que no se ha tomado la decisión de implementar el voto electrónico por cuestiones de seguridad y costos de implantación.
¿Qué tan cierto puede ser que el sistema de votación electrónico sea inseguro? Las máquinas y los sistemas electrónicos son más veraces ante los números y para la entrega resultados es muy eficaz.
India, por ejemplo, es uno de los países con gran cantidad de votantes, ya que su población es de 1.324 miles de millones de personas. Este país maneja el voto electrónico que cubre el 100% del país. La participación en sus últimas elecciones fue de 99.65% de personas disponibles para votar. Las máquinas se demoraron dos horas para dar resultados y confirmar a su nuevo presidente.
Brasil, en su proceso de implementación de máquinas en el país, desarrolló un sistema de seguridad para el voto electrónico de gran magnitud, dándole así a su población la certeza y veracidad de que su voto no está alterado.
En Brasil, India, Venezuela o EE.UU. sus máquinas de votación tienen grabación electrónica directa, donde marcan el candidato de preferencia y su voto queda guardado en la maquina sin que le votante tenga la opción de sufragar más de una vez
Hoy existen 7 países que han implementado el voto electrónico. Solo tres de ellos, Brasil, India y Venezuela, tienen el 100% cubierto del país de dicho mecanismo. Países como Filipinas, Estados Unidos, Bélgica y Estonia utilizan este sistema solamente en algunas zonas del país con un 50% que cubre su territorio nacional.
Mientras que muchos países estudian su implementación como se ordena por ley en Colombia, el voto electrónico ha sido prohibido por Alemania, Finlandia, Holanda, Irlanda y el Reino Unido. Todos estos tienen argumentos en común ante la no implementación del voto electrónico y es el de la seguridad y el porcentaje de fraude, además de su costo de implantación.
Francia es uno de los que estudia su implementación, sin embargo, ya no lo tienen en consideración por los ciber ataques que han tenido en gran número de ocasiones. Dando en conclusión que es un sistema manipulable y con gran número de fallas con la vulnerabilidad de alterar el voto.
Países como Holanda consideran que no es viable este sistema de votación por el porcentaje de fraude que se pude presentar, comparado con el sistema tradicional, diciendo así que es menor el porcentaje de alteración a mano que electrónico.
La Registraduría Nacional ha llegado a recurrir a opciones tales como tratar de implementar para el año 2022 el voto electrónico a través de la telefonía celular pero solo para los colombianos residentes en el extranjero, los cuales, según la Registraduría, son poco más de 4 millones y medio, que sería el plan piloto, para finalmente implementar este mecanismo en todo el territorio nacional en el 2026.
Este mecanismo electoral, permitiría una reducción en el alto costo que supone las máquinas para el proceso de votación electrónica, los cuales están por encima de los US$500 millones. Aunque dicha cifra solo supondría una inversión ya que se efectuaría un solo gasto, la Registraduría no estaría en capacidad de proponer ante el gobierno estos recursos y vería con más viabilidad el recurso de la telefonía móvil.
El voto electrónico da la posibilidad de pensar más en el planeta y en cierta medida bajar los costos que suponen unas elecciones tradicionales, que por ejemplo en el 2018 tendrán un costo aproximado de 1.2 billones de pesos, donde se incluyen las elecciones de Congreso y las dos vueltas para la elección presidencial, un andamiaje que incluyen impresiones en papel que se traducen a un nocivo impacto ambiental y todo el montaje de urnas y puestos de votación.
Todo este dinero que se maneja para las elecciones se reduciría en gran manera si llegamos a tener un sistema de votación electrónica donde el medio ambiente sería el más beneficiado y más para Colombia, un país rico en su fauna y flora. El dinero que se ahorre el gobierno podría ser implementado en varios sectores para el país.
Es de gran importancia que los medios tecnológicos ayuden también a que los resultados se manejen de forma más rápida, en cuanto al conteo de votos y la exactitud. Lo que dura un civil al votar en estas máquinas es alrededor de dos minutos. Además los países que hoy en día tienen el sistema electrónico tienen un gran porcentaje de votantes. Cabe aclarar que no lo son todos, pero sí en su mayoría el nivel de abstención al voto ha bajado en gran manera y hoy por hoy la abstención es uno de los grandes factores a enfrentar para Colombia.
*Grupo 202: Taller de Noticia y Entrevista
Daniela Cruz, Lina Nocobe, Sara Agón, Yenifer Montealegre, Edward Sánchez, Nasly Moreno, Oscar Betancur, Harvey Domínguez, Esneider Cortés, Evelyn Conde, Catalina Patiño, Daniela Sarmiento, Alejandra Velasquez.
