Desafortunadamente los colombianos aún no hemos entendido que la culpa de las desgracias o de los triunfos que tenga el país es nuestra. Siempre cuando hemos estado en frente de una crisis hacemos la jugada más fácil, echarle la culpa al otro, usualmente a políticos que nosotros mismos hemos escogido. Es imposible poder tener un país en paz si salgo a sacrificar con mis palabras al que no piensa como yo, es inviable esperar que país se arregle si seguimos dejando en manos de buenos oradores el manejo de nuestros recursos público, pues Samuel Moreno es un excelente predicador.
Soy de esas personas que tienen amigos uribistas y petristas, y he encontrado que a pesar de la diversidad de pensamientos todos tenemos un fin común, el cual es hacer de Colombia un mejor país. Donde no haya pobreza y donde podamos convivir. Sin duda dentro de los seguidores de estos políticos, hay algunos fanáticos irracionales que al mejor estilo de los hooligans, no entienden posición ni argumento. Son la minoría, estoy seguro. Pero somos más los que creemos en el conocimiento técnico, en la educación y en la unión como herramienta de cambio.
Es urgente que no nos dejemos contagiar de los que se encuentran llenos de odio, es necesario que entendamos que el cambio comienza por nuestra casa, por nosotros. Ya es el momento de dejar de echar culpas y ponernos en el rol de exigir, de ser participes de acciones o proyectos que logren los objetivos que nos planteamos como comunidad. Hay que decirle NO a la corrupción sin importar de donde venga, pues la ley y la honradez deben estar por encima de las ideologías que tanto nos han querido vender en Colombia. Solo miren como frente a las adversidades todos se declaran perseguidos.
Si usted admira a un político, eso no está mal pero creo que debemos ser racionales y a pesar del apoyo debe prevalecer la institucionalidad y la comunidad por la que ellos “trabajan”. Tenemos que dejar de esperar, ya fue suficiente con que la justicia sea abusada. Ya no más niños muertos de hambre en la Guajira, ni más asesinatos en el Chocó. Creo que estamos artos de las promesas que muchos hacen y que no cumple. Pero este panorama solo lo arreglamos si queremos, si dejamos la indiferencia y si como comunidad aceptos las diferencias y nos ponemos en el papel de dejarle un mejor país a nuestros niños.
Hay gente haciendo cosas buenas. Hay algunos políticos que si me representan y que con trabajo, no con discurso ni con ideologías, hacen de Colombia un mejor país. Declararse apolítico es entregarle el poder a las mafias que tienen sus estructuras organizadas, y que llevan años incrustadas dentro de la política colombiana. Arme su proyecto, crean en usted. Comencemos todos por respetar el semáforo, pasar por la cebra y decirle NO al que se cola en Transmilenio. Pensemos como comunidad, no soy a fin ni al petrismo, ni al samperismo, ni al uribismo, ni al santismo pero entendamos que todos ocupamos el mismo país que bien gobernado garantizará y cumplirá con todas nuestras expectativas. No deje de denunciar, pero también sea parte de los que tiene proyectos que cambien Colombia y eventualmente el mundo entero. Porque es usted el único que puede cambiar este país.
Jaime Andrés Fajardo Bastidas
@Jaimeandresfaba
