En congruencia con el actual nombramiento de Medellín como sede del Centro de la Cuarta Revolución Industrial, la articulación entre la educación y el mercado laboral se hace cada vez más fuerte. Esto se acompaña de medidas culturales y medioambientales con las que Medellín está condenada a convertirse en una ciudad verde.
Y es que la estrategia de desarrollo abarca los temas de Medellín desde varios ángulos que, entre sí, se complementan y fortalecen.
Desde el enfoque de innovación y tecnología, se destaca, entre otras cosas, la creación de un imponente laboratorio en la Institución Universitaria Salazar y Herrera, en asocio con ARUS, que está enfocado a la formación de profesionales competentes en campos de big data, inteligencia artificial, robótica, realidad virtual, entre otras. La inversión fue cercana a los $1100 millones.
Este centro de experiencia cuenta con tres espacios: analítica, robótica y med data que pueden albergar hasta 60 estudiantes en total. Y aunque es un espacio para la práctica de los alumnos de la universidad y la actualización académica de los empleados de ARUS, las empresas o instituciones educativas que lo requieran podrán hacer uso del mismo. La idea es poder establecer vínculos académicos con las entidades del país y del exterior.
Por el lado cultural y artístico se destaca la inmensa renovación que tendrá lugar el Cerro de Nutibara para convertirlo en uno de los epicentros de entretenimiento, arte y cultura más fuertes de Colombia. Los trabajos que se adelantarán implican una reducción de espacio para el uso del automóvil en el cerro, los cuales se cambiarán por más senderos para caminar, trotar o montar en bicicleta. Además, en este lugar, se mejorará la oferta comercial, a través nuevas áreas para emprendedores y visitantes. Dicha renovación incluirá al Pueblito Paisa y el teatro al aire libre Carlos Vieco Ortiz.
En el tema de movilidad, Medellín siempre ha llevado la delantera en Colombia por la cantidad de opciones de transporte público y sus respectivos rendimientos. Sin embargo, en lo que se lleva trabajando los últimos 5 años es en convertir a la capital paisa en una auténtica ciudad eléctrica cuando se trate de transporte. No es casualidad que en Medellín haya 19 eco estaciones de recarga eléctricas alrededor de la ciudad diseñadas para cubrir cerca 5.000 vehículos de manera simultánea. Adicionalmente, más de 60 buses eléctricos articulados han empezado a operar en sus calles. Mientras que, en Bogotá, la capital del país, hay solo 5 eco estaciones y ningún bus eléctrico.
Las ambiciosas proyecciones que tiene Medellín para los próximos 10 años, han traído un flujo de inversión privada que la ha posicionado como una de las capitales colombianas con mayores opciones laborales para los jóvenes sobretodo. El numero de Start Ups que nacen, crecen y se fortalecen en Medellín parece no detenerse.
Pero mas allá del trabajo, el estudio y el transporte, son las pequeñas cosas las que hacen que un medellinense agradezca ser de donde es y vivir donde vive: el poder caminar con verde alrededor, el hecho de ver mariposas en medio de la ciudad, tener un metro al que montarse y respirar un aire que, aunque no es el mejor, en él se siente el esfuerzo que toda la ciudad hace por rehabilitarlo como se merece.