Si estamos en contra de las drogas, parafraseando a Bill Hicks, deberíamos deshacernos de gran cantidad de la música que tengamos, ya que no es oculta la afición de una gran cantidad de músicos hacia las sustancias que ilegalmente expandan la mente. Y eso aplica a cualquier arte.
Es necesario hacer una línea entre las acciones de una persona y su obra. Roman Polanski no puede poner un pie en Estados Unidos so pena de ir preso por la acusación de haber violado a una niña de 13 años, lo cual no ha impedido que el director siga creando películas en otros países, con su calidad habitual. Pregunto, sin ánimo de levantar polémica: ¿si censuramos sus acciones debemos odiar su cine?, ¿era necesario borrar a Kevin Spacey de una película y eliminar su personaje de su exitosa serie debido a las acusaciones en su contra?
Haciendo de abogado del diablo y asumiendo con total seguridad que Spacey fuera culpable, sería necesario, para ser coherentes, borrarlo de todas las películas en las que aparece, incluido su protagónico en Sospechosos de siempre, y sus 13 películas anteriores. Los que aman House of cards no son cómplices de violación ni comulgan con lo que hizo Spacey.
Tal vez el más sonado caso, gracias a la increible cantidad de seguidores y detractores, es el de Woody Allen. Acusado actualmente de ejercer violencia sexual contra su hija adoptiva, Allen no ha sido ajeno al escándalo, desde que decidió unir su vida con Soon Yi Previn, la hija adoptiva de Mia Farrow y Andre Previn.
Curiosamente la vida imitó al arte, ya que muchos años antes, cuando ni siquiera era novio de Mia Farrow, Allen nos entregaba la historia de un cuarentón que se enamora de una joven de 17 años, en Manhattan, una nostálgica cinta rodada en blanco y negro.
38 años después, Louis CK homenajea directamente esta cinta que nos narra la historia de un veterano director que se enamora de la hija adolescente del propio Louis CK. Y para rematar el parecido, también fue rodada en blanco y negro con un estilo muy similar al de Allen. La cinta padece el mal de acercarnos a dos escándalos. Primero, el mencionado homenaje a un personaje acusado de abuso a una menor y su reivindicación a lo largo de la trama. Dos personajes femeninos justifican la relación entre el hombre mayor y la menor de edad. Hasta la amiga de la protagonista, de 17 años, menciona que todos somos pervertidos, justificando así la relación. Y la pareja de Louis sugiere que se es maduro sexualmente desde los 13 y que la edad legal es solo un número. Con dichas referencias, no es raro adivinar el escándalo que envuelve a esta cinta.
Y por desgracia para su director, escritor y protagonista, no es la única.
El segundo detalle que afecta a la cinta y al mismo CK es la del escándalo por conducta sexual indebida del que ahora es protagonista. Cinco mujeres, en diferentes circunstancias, acusan al cómico de desnudarse y masturbarse frente a ellas. La denuncia salió a luz justamente en vísperas del estreno de I love you daddy, sepultando su lanzamiento y futuras exhibiciones. La cinta, que el director financió en su totalidad y que fue rodada en secreto, muy posiblemente no será mostrada oficialmente, lo que se suma al despido de CK de sus proyectos en HBO y Netflix. La escena de la película en la que un personaje finje masturbarse frente a otras personas no hace más que avivar la llama.
Con todas estas taras encima, es necesario juzgar a la cinta intentando alejarse de los escándalos relacionados.