Soñé que era así. Soñé que mi Armenia era la capital del eje, porque sus políticos pensaban en ciudad del siglo XXI. Soñé que mi Armenia tenía muchas vías y era reconocida en Colombia y el mundo por ser una capital pujante y con calidad de vida para todos los habitantes. Soñé que Armenia tenía metrotren hacia Cali y hacia municipios como Montenegro y Quimbaya.
Como si fuera pesadilla, me desperté de golpe, así como cuando Deportes Quindío pierde contra el Pereira, lo ponen a comer pasto y me di cuenta que no era Armenia, sino Pereira, capital del eje (nombre pendejo, como me escribió un amigo).
Cuando en 2016, el alcalde de Pereira lanzó ese lema, sentí que me iba a morir.
Ese lema me da de todo. Siento que me hierve la sangre cuando leo, escucho y lo veo en todas partes. Hasta en las redes sociales, radio y televisión lo tienen. Sí, siento envidia y no sé si de la buena o la mala, pero envidia…
Ha habido protestas en Manizales y unas voces débiles en el Quindío en contra de ese lema. Desde cuando me conozco, la rivalidad entre Manizales, Pereira y Armenia ha sido la constante siempre.
La industria, el comercio y hasta el deporte, hacen de Manizales y Pereira una diferencia en estos tiempos de crisis. No nos podemos mentir.
Recuerdo que, hace unos meses, el gobernador de Caldas pidió al alcalde de Pereira que retirara ese lema porque los tres departamentos deberían ser uno. Eso sucedió en 2020:
“Solicitar al alcalde de la vecina ciudad para que modifique el eslogan 'Pereira capital del eje' es la propuesta planteada por el gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez Cardona y acompañada por el mandatario quindiano Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas”.
"Desde Caldas, consideramos que todas nuestras capitales y los tres departamentos deben propender a tener mensajes que nos unan. El autoproclamarse con calificativos que de alguna manera pongan a una ciudad por encima de otra creemos que va en contravía con todo lo que venimos realizando", señaló el mandatario caldense, Luis Carlos Velásquez.
¿Quién los siguió? Nadie en Caldas o Quindío dijo esta boca es mía. Nadie más se pronunció contra ese lema. Ya está girando por el mundo y a dos gobernadores nadie les va a hacer caso en Pereira. Como tampoco alguien se pronunció, además de ellos.
Porque tienen razón en Pereira, así nos atormente. Pereira es y seguirá siendo un referente para muchos en Colombia y el mundo. Aunque me duela, aunque me enoje, dé patadas, sienta de todo.
Hace rato que no voy a Manizales, pero su progreso es grande. Nuevas vías, más avenidas y mucho progreso.
Calladitos, en Pereira tienen el Megabus con 3 rutas troncales, más de 30 estaciones y 30 alimentadores. El Megacable ya une a muchos barrios con el centro de Pereira. Las vías y avenidas son cada vez más. El comercio crece y la industria aumenta.
Mientras tanto, nosotros, aquí en el Quindío seguimos como la cenicienta. No avanzamos. Nada nuevo vemos.
Aquí, en Armenia, escasamente hay un carril para “solo bus” por unas cuadras en la carrera 19. De resto, el caos infernal es grande. Nuestras vías son las mismas y algunas en estado lamentable. Nadie se conduele al respecto.
Hace poco inauguraron el nuevo aeropuerto internacional El Edén. Sin embargo, el de Pereira es más moderno y mejor adecuado.
Para completar, tienen otra frase: "Matecaña no es un aeropuerto de Pereira, es el aeropuerto del eje cafetero"
Ni qué decir en fútbol. La rivalidad existe desde cuando los equipos iniciaron su participación en el campeonato profesional. Once Caldas, Deportivo Pereira y Deportes Quindío. Tres equipos que siempre son “enemigos” en el campo de juego.
Salieron Pereira y Quindío de la B y hoy, Deportivo Pereira venció a los dos rivales de la región. Cada vez se aleja del descenso, mientras el Once Caldas se hunde y el Deportes Quindío parece que regresa a la B.
Hasta en el fútbol nos gana…Y lo más grave es que el equipo tiene los ingredientes de los políticos que empiezan a hablar, a llenar plazas, estadios, eventos y después se desinflan como los globos.
Ya no hay quién lo detenga con destino a la B, otra vez. Animó las primeras fechas, estuvo entre los primeros 8 y luego se desvaneció como por encanto. Sus jugadores no dieron la talla. Les pasó como a los políticos. No dan la talla.
Nuestros dirigentes siguen pensando en Armenia siglo XIX. Y muchos de ellos se muestran orgullosos de una ciudad que se quedó en el pasado. Una ciudad que pudo ser grande y del siglo XXI cuando se presentó la oportunidad, pero no, no fueron capaces y no hicimos algo al respecto.
La otrora “ciudad milagro” se quedó en eso. Porque en Armenia es un milagro que haya empleo, que haya empresa, comercio en grande. Es un milagro que los jóvenes puedan prosperar. Y lo sabemos.
De pronto, este escrito levante alguna ampolla, pero es lo que siento. Que nos quedamos. Nos atrasamos con respecto a Manizales y Pereira.
Me duele Armenia, pero así es. Aquí se hace planeación a dos o cuatro años. No se piensa en grande ni en futuro. Los dirigentes no creen en las nuevas voces de profesionales jóvenes y la gente no cree en los dirigentes de Armenia y el Quindío. O si no, pregunten cómo algunos funcionarios pasan de la alcaldía a la gobernación y viceversa. Como si no hubiese más personas capaces y excelentes profesionales. No. Prefieren rotar los puestos y traslados como si estuvieran en fiesta permanente.
Es una dura realidad, pero la estamos viviendo día a día. No invento algo, sino que lo veo. Amo a mi Armenia, pero parece que los dirigentes y los políticos son ciegos, sordos y mudos.
Para 2022 habrá elecciones. ¿Dónde están las ideas para hacer de Armenia y el Quindío imágenes de progreso? ¿Alguien nuevo, diferente en la política?
Pereira, capital del eje. ¿Y ¿nosotros qué somos?