Señalan las voces que provienen desde la más rancia tradición religiosa, incluyendo también a los que no la tienen, pero la consideran como un posible escenario, que la humanidad está esperando la llegada de un anticristo, siendo este un maléfico personaje salido de las entrañas del cristianismo para lograr engañar al mundo entero conduciéndolo hacia terrenos diabólicos.
Lo que nadie esperaba es que este personaje ya está entre nosotros trabajando fervientemente desde el vientre del judaísmo, organizando las fichas del rompecabezas que conduce hacia un Armagedón, denominación que se le da al lugar en donde se desarrollará la batalla final entre el bien y el mal.
Se le identifica como un tal Benjamín Netanyahu, oscuro político que viene siendo rechazado y renegado por la mayoría de sus conciudadanos, los israelitas, a quienes trae engañando desde hace bastante tiempo y a los que ahora tiene ad portas de una conflagración imposible de dimensionar, la cual una vez se desate no tendrá control ni se sabrá como termine.
En el entre tanto las sociedades racionales se están esforzando por interceder para que lo que se está vislumbrando se pueda detener mucho antes del máximo caos, pues no se puede desconocer ni negar que ya el caos está en ejecución sin que la especie que piensa y que cree tener conciencia no la puede poner a funcionar a raíz de las injerencias que realizan los intereses económicos sobre un planeta a punto de estallar al seguir regido por una filosofía que premia a la acumulación del capital y al individualismo extremo.