El Movimiento al Socialismo (MAS), partido gobernante en Bolivia, no pasa por sus mejores tiempos. Una fractura parece estar consolidándose entre los partidarios del expresidente y cabeza del partido, Evo Morales, y los del actual mandatario Luis Arce.
La ruptura entre los seguidores de ambos líderes ha tocado a todos los niveles del partido, de la Asamblea Legislativa y de los movimientos sociales, e incluye acusaciones mutuas de traición, derechización, supuesta corrupción y hasta presunto narcotráfico.
Políticos y analistas consultados por France 24 ven “irreversible” o “irremediable” la fractura de un partido que había sido monolítico hasta el 2019, cuando la crisis política derivó en la renuncia de Morales y en la posterior candidatura de Arce para la elección del 2020.
Ante los medios, tanto Arce como Morales han considerado prematuro hablar de candidaturas antes del 2024; sin embargo, no han frenado los actos ni los pronunciamientos de apoyo para hacerse con el puesto.
Una pugna al interno del MAS
Los seguidores de Arce, que fue la mano derecha de Morales en el manejo de la economía en sus tres gobiernos (2006-2019), levantan la bandera de la renovación y afirman que el exmandatario cumplió un ciclo histórico.
Los “evistas” sostienen que solo “el comandante Evo Morales” puede arreglar la “economía nefasta” y garantizar un gobierno para indígenas.
La pelea tuvo un significativo episodio reciente con la censura en el Parlamento del ministro de Gobierno Eduardo del Castillo por denuncias de autos presuntamente robados en Chile comercializados en Bolivia. La censura fue posible con el voto de “evistas” y los opositores Comunidad Ciudadana y Creemos.
Cuando se esperaba el relevo de Del Castillo, Arce decidió ratificarlo. Entonces, Morales tuiteó que hacía responsable “al ministro censurado y ratificado inconstitucional e ilegítimamente de cualquier atentado” contra su vida.
Y es que Morales ha denunciado una supuesta persecución de parte Del Castillo y ha pedido varias veces su destitución y la de otros ministros, pero Arce no ha cedido a las presiones del jefe de su partido.
Esta fractura es irreversible
Ese episodio fue considerado un hito de la ruptura entre las dos facciones del oficialismo, cuya disputa también tiene otros ángulos.
"Esta fractura es irreversible. Nosotros no podemos coordinar con traidores como Evo Morales”, afirmó el diputado “arcista” Rolando Cuéllar al acusar al exmandatario de ordenar a los legisladores “evistas” un supuesto “sabotaje” en la aprobación de créditos para reactivar la economía del país.
“Lo único que le interesa a este mitómano es su candidatura a la Presidencia”, agregó Cuéllar, que es uno de los legisladores que más duramente cuestiona a sus colegas “evistas” y a Morales, de quien sostiene, además, que debe “jubilarse de la política”.
Según el Parlamentario, una reciente reunión de Arce con decenas de organizaciones sociales, entre ellas la matriz Central Obrera Boliviana (COB), es la prueba del respaldo social a su reelección en 2025.
Estos días, Arce y Morales visitaron La Habana, pero tenían agendas separadas y no vieron allá, pero luego asistieron a la clausura de unos juegos en la zona cocalera del Chapare e intercambiaron saludos y sonrisas.
El encuentro en el Chapare hizo especular a los medios sobre una eventual reconciliación. Sin embargo, Cuéllar dijo que la sonrisa de Morales “fue la de Judas” y descartó cualquier posibilidad de reencuentro.
Queremos que el Gobierno vuelva a manos de un indígena
Al contrario, el diputado “evista” Daniel Rojas, dirigente de una asociación de “comunidades interculturales” de campesinos e indígenas, considera que los ministros actuales no representan a las clases sociales populares, ni a los indígenas por lo que apoyan la vuelta de Morales al poder.
“Queremos que el gobierno vuelva a manos de un indígena porque lamentablemente sujetos con ambiciones de poder se han incrustado en el MAS usurpando una sigla política de las organizaciones sociales”, dijo Rojas.
Según el parlamentario, los grupos indígenas son contrarios a que se desconozca el liderazgo histórico de Morales, que hizo la nacionalización de los hidrocarburos y la nueva Constitución, pero además sienten que en ese gobierno “la economía estaba mucho mejor”.
En principio, se creía que una reunión directa entre Morales y Arce podría solucionar la crisis interna, pero “ha calado hondo que los ministros han arremetido contra nuestro hermano Evo Morales”, agregó.
Morales y sus seguidores han realizado varias denuncias de corrupción contra autoridades del Gobierno, pero en los últimos días lanzaron una de mayor gravedad al indicar que con “el aval del Estado” se enviaron 17 toneladas de cocaína desde Bolivia a España.
Las autoridades rechazaron la denuncia y precisaron que se basa erróneamente en un informe de la policía europea sobre el operativo “Hinterland” de marzo pasado, que estableció el envío a Europa de esa cantidad de cocaína desde Brasil y Paraguay, pero que no habla puntualmente de Bolivia.
Los productores de esa droga en Suramérica son Bolivia, Perú y Colombia.
¿Dos candidaturas del oficialismo en 2025?
Para la analista política María Teresa Zegada, “a medida que pasan los días se puede percibir con mayor claridad que la fractura es irremediable” porque ha llegado a varios niveles de las filas del “masismo”.
A juicio de Zegada, ha sido una “sorpresa” para Morales y sus bases de productores de coca que Arce se haya convertido en un “líder con voz propia”, en lugar de jugar un rol “de pieza de recambio” en la crisis del 2019.
Se han convertido en dos líderes que no pueden conciliar sus intereses y se ha visto con bastante contundencia el rechazo de Arce a ceder a las presiones y requerimiento de Morales
Explicó que de manera institucional el partido podría usar la Ley de Organizaciones Políticas para celebrar unas primarias en 2024, aunque ve tan “profunda” la crisis interna que, a su juicio, los dos líderes finalmente competirán con dos candidaturas en los comicios del 2025.
“Lo que se puede ver como tendencia es que habrá dos candidaturas en el MAS”, sostuvo la analista política. Esa situación conllevaría también una pelea por la sigla de la fuerza política.
Las primarias son una opción para los seguidores de Morales, según el diputado Rojas; mientras que su colega “arcista” Cuéllar cree que el MAS se definirá por Arce dejando a Morales en la necesidad de buscar otra sigla.
Zegada apuntó asimismo que esta disputa no supondría ninguna diferencia ideológica ya que ambos líderes se declaran de izquierda y han sido gobierno con el MAS en las primeras gestiones de Morales.