A pesar de todos los avances y mejoras que brinda la tecnología, siempre hay personas reacias a aceptar los cambios que esta trae. Así ha sucedido en varias industrias, como por ejemplo con la entrada de Uber y la resistencia de los taxis; la entrada de Airbnb y la oposición de la industria hotelera tradicional, entre otros. Este debate ha llegado también en muchas partes del mundo a la industria de la publicidad. En Colombia, existen empresas que quieren prohibir la entrada de las vallas electrónicas o digitales y seguir con la industria de las antiguas, las tradicionales.
En gran parte del mundo este debate ya está solucionado, se trata de la evolución de la publicidad. La tecnología de las nuevas vallas electrónicas ha generado grandes recursos para la industria. Solo en Times Square existen más de 184 billboards con pantallas de LED que han convertido a este lugar del mundo uno de los sitios turísticos más visitados, otro de los grandes ejemplos es Picadilly Circus, en Londres.
Sin embargo, en Colombia, siguen existiendo organizaciones que se niegan a dar estos grandes saltos y quieren impedir la entrada de este tipo de vallas. Que quede claro: las vallas electrónicas llegaron para quedarse. Solo en Alemania, este formato de anuncios produjo en 2014 ingresos superiores a 234 millones de euros, mientras en el caso más icónico, el Times Square, una sola torre generó más de 23 millones de dólares en un año.
En Colombia, no podemos darnos el lujo de prohibir este tipo de anuncios por falta de legislación. Está claro que la tecnología va siempre más rápido que las normas del Estado, pero eso no puede ser un impedimento para generar riqueza, para fortalecer la industria y para ser más efectivos en los mensajes que comunicamos.
Existen empresas que prefieren crear contubernios con entornos políticos para frenar el desarrollo, en vez de adaptarse a los cambios que, en materia de publicidad, ha traído el siglo XXI. El reto está en adaptarse y aprovechar la tecnología para generar riqueza, empleos y desarrollo. No seamos inferiores a estos desafíos.
