Dice David Torres en este medio que antes de llamar xenófoba a Claudia Palacios hay que pensarlo dos veces porque en efecto a ella le cabe toda la razón en su columna Paren de parir, ya que es "cierto" que esas venezolanas se vienen es a parir y qué problema. Y en todo caso, decir "verdades" que pueden sonar xenofóbicas, no lo hace a uno un xenófobo. Por lo tanto, ni Palacios ni Torres ni los que creen que las venezolanas, pobres y aprovechadas, que además de ser seres inconscientes del futuro de sus hijos, solo se embarazan para tener subsidios, no estarían actuando inadecuadamente.
Ahora bien, el mensaje de Palacios se ajusta de manera precisa a la definición del diccionario de xenofobia. Aunque está supuestamente "informado" y "sustentado"m no resiste el más mínimo análisis sociodemográfico y, por supuesto, ético. ¿Es Claudia Palacios una xenófoba? No lo sé. ¿Es su mensaje xenófobo, ignorante, grosero e inapropiado? Por supuesto que sí.
El recuento de mensajes críticos es numeroso y las respuestas argumentadas, sustentadas, y sobre todo informadas (a diferencia de la columna xenófoba de Palacios) no dieron espera. Si de algo hay que agradecerle a Palacios es que nos permite ver que en nuestra tierra pluriétnica y multicultural la xenofobia aún campea en sectores con poder.
Pero Palacios nos aclara que los hipócritas somos nosotros. Según le dijo a RCN, la gente dice parir y no hay nada de malo con ese término. Además, nos confirma: "Esta columna no está diciendo aborten. La columna quiere decir: aquí hay una realidad, los niños están trabajando en las calles y no tienen garantías para que se les proteja sus derechos. El punto no es si la tasa de natalidad de una comunidad a otra es más alta o más baja, es si las personas tiene la capacidad de garantizarle a los niños una vida digna".
En otras palabras: venezolanas, puesto que ustedes no son colombianas y además de pobres vienen acostumbradas a vivir de un estado asistencialista, por favor no vengan a parir. En efecto es posible pensar dos o tres veces si Palacios es o no xenófoba. De lo que no me cabe duda es que su mensaje, además de ser xenofóbico, está cargado de hipocresía: ella se presenta como "emigrante" (sic) que en su momento se jactó sin rubor de haberse preñado antes de irse a parir un hijo (bueno, tal vez en su caso Palacios quedó en cinta y luego dio a luz) en el extranjero para aprovecharse de las oportunidades que allí tendría su vástago. Sin rubor Palacios, la "emigrante" orgullosa de sus raíces se jacta que su prole aprendió el inglés sin acento, porque qué boleta hablar inglés con acento latino; mejor aparentar.
Una columna así, que le habría costado su puesto en CNN (¿por qué no en El Tiempo?), no tiene lugar en una sociedad que en su momento expulsó a más de cinco millones de compatriotas a Venezuela, a otros tantos a EE. UU. y España.