Para Verónica Vergara, una de las chicas que trabaja en la Fundación Promedio, nada es basura. Estudió Ecodiseño y, por fortuna, ha encontrado personas que están en la misma sintonía. “Este trabajo es volver a la raíz, dejar a un lado el computador, conocer el cartón y la madera, cortar y pegar. He aprendido que el material de desecho puede ser transformado en un insumo útil para otras actividades, por ejemplo, al hacer panela sobran materiales y residuos que pueden reutilizarse, como el bagazo que es un abono para los hongos. Nada se debe perder”.
Otra de las lecciones de Verónica es que debemos dejar de hablar de basura, porque todo tiene una utilidad para algo y para alguien más. “Antes de aprender sobre el poder de los materiales era una consumista, compraba muchas cosas y botaba mucho material cuando hacía maquetas; ahora me pregunto, esto de verdad lo necesito o sólo estoy satisfaciendo un deseo”.
El trabajo en equipo es otro pilar de la Fundación: “Es vital que las cosas trasciendan en la cooperación y la participación de todos. En la universidad pensaba esto es mío, es mi proyecto, en cambio ahora pienso en cómo podemos aportarnos unos a otros, pensar en colectivo”.
Verónica cuida su consumo y su impacto en el entorno.