En treinta años de carrera periodística son muchos los golpes que la barranquillera Erika Fontalvo ha recibido. Trabajaba en RadioNet cuando recibió el duro golpe del asesinato de su compañero de set Jaime Garzón, el 13 de agosto de 1999; en ese mismo año fue también el secuestro del avión de Avianca y el dolor de la violencia contra su amiga Jineth Bedoya; en 2006 compartía con su jefe Darío Arismendi cuando una bomba estalló frente a las instalaciones de Caracol.
Las Farc desatando el horror en los años de Álvaro Uribe. En lo personal la vida tampoco le había sido fácil. Decidió concluir después de cuatro años, su tercer matrimonio con el empresario Jairo Libreros y coger rumbo de regreso a su tierra, Barranquilla. La impulsó la propuesta de dirigir el periódico El Heraldo.
La vida amorosa de Fontalvo ha estado llena de avatares. En el 2008 dejó por primera vez la presentación de noticias de Caracol para irse a Madrid con su amor, Diego de Ojeda, con quien se casó. Acababa de ser liberada por el Ejército Nacional Ingrid Betancourt y su estadía en Madrid en ese tiempo la convirtió en una invitada frecuente a los programas de análisis donde se hablaba de Ingrid y del gobierno de la Seguridad Democrática que ese año alcanzó a tener 73% de favorabilidad.
En esa ciudad nació Lucía, su primera hija, a la que bautizó así por la canción de Joan Manuel Serrat, aunque, eso sí, cuando la bebé llegó al mundo lo primero que le puso su mamá fue una canción de Peter Manjarrés. El tiempo pasó, el matrimonio naufragó, se casó por segunda vez y en el 2012 nació su segundo hijo, Alejandro.
Las aguas afectivas se tranquilizaron cuando Erika conoció al médico cirujano vascular del Putumayo Carlos Vallejo Mora con el que se casó en el 2019. Vivían con armonía y realizados profesionalmente, como vicepresidente de la Asociación Colombiana de Cirugía Vascular, cuando todo se transformó en pesadilla el 25 de enero del 2022.
Carlos practicaba, como siempre en su bicicleta, cuando un carro lo atropelló. Fue traslado inmediatamente a una clínica, que por mismo pedido de la periodista no ha sido revelada, para ser atendido y desde entonces, hace seis meses, permanece en la UCI intentando recuperarse.
La situación humana en la que está la ha llevado a compartir su desespero en redes y compartir en hilos su desesperación, sin soltar el mando del periódico.
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