1. Saboteó el proceso de paz, con mentiras e infamias. Así logró el triunfo del no a la paz en nuestro país. Sus instigaciones a la JEP y a los acuerdos de paz no terminan. Todo para no tener que decir la verdad del conflicto colombiano. La tragedia humanitaria que hoy vivimos en Colombia tiene por principal culpable a Uribe. Un cobarde.
2. Dicen que un hombre de verdad tiene dignidad, honor, y responde por sus actos. Pero Uribe afirma mintiendo una y mil veces que todo fue a sus espaldas. Durante sus dos mandatos, y en el actual interpósita persona, proliferaron y proliferan los falsos positivos, la conformación de grupos paramilitares, la desaparición forzada, la tortura, las masacres, la opresión y la injusticia contra el pueblo colombiano. Además, apoya cuanta reforma afecte el bienestar de la mayoría de los colombianos. Otra vez, cobarde.
3. Para salvaguardar su pellejo le lame las botas a la Policía Nacional y al Ejército. Por eso invita a las fuerzas del orden para que usen sus armas contra la población civil: manifestantes, estudiantes, mujeres, etcétera. Vilmente cobarde.
4. Es un ególatra que solo piensa en sus propios intereses. Es así que este tierno y dulce abuelo, apoltronado en sus riquezas, se limita a observar desde el Ubérrimo cómo masacran a nuestros compatriotas. Qué tristeza: los pobres soldados arriesgan la vida, la dignidad y el honor militar protegiendo a un criminal. Pero estoy seguro de que la justicia internacional viene en camino, dado que en Colombia no existe justicia. Créanme, que en esos momentos saltarán del miedo sus ojos saltones. Repitan conmigo: ¡es un cobarde!
5. De lo anteriormente expuesto y de lo que sigue me hago responsable, y reto al señor Uribe a que nos veamos las caras en cualquier tribunal internacional. Si yo miento, que por mentiroso y difamador y calumniador me metan a la cárcel. Pero si tengo la razón y adjunto las pruebas, entonces que la Corte Penal Internacional disponga de él, o cualquier otra corte de justicia (que no sea colombiana, en el caso de Uribe para nada sirve). Ya saben, no aceptará el reto, porque es un cobarde.
6. Reto al señor Uribe para que cuando quiera y como quiera nos encontremos. Necesito decirle unas cuantas verdades mirándolo a los ojos. Que lleve a sus miles de gorilas y asesinos, yo iré solo. Dios está conmigo. Los que actuamos desde la Luz, somos valientes. Los que actúan desde la sombra son cobardes.
7. Dejo constancia de que la primera vez que lo invité a conversar para que permitiera la paz en Colombia, me amenazó a través de sus buenos muchachos, porque Uribe es de los que tiran la piedra y esconde la mano. Pero él es el responsable de mi destierro. Y aún en mi exilio la inteligencia de la policía a su servicio me ha puesto trampas para conocer mi localización exacta en el extranjero. ¿Para qué o por qué? Me imagino que para mandarme uno de sus gatilleros. Denuncio en este espacio que ni estando lejos de Colombia ha dejado de perseguirme. Persecución denunciada con pruebas también en la oficina de la ONU que lleva mi caso. Limpio salí de Colombia e impecable seguiré. Y prometo seguir confrontando con mis letras todo el aparato criminal del innombrable.
Coro: ¡Uribe es un cobarde!