Los Juegos Paralímpicos siempre han tenido mucha menos relevancia que los Olímpicos. Las razones para esto son varias y van que no tienen la misma antiguedad de los tradicionales Juegos Olímpicos (se hacen desde 1988) hasta que la misma gente no le da mucha importancia a los deportes realizados por personas con discapacidad.
Este grupo de personas han demostrado las mismas capacidades y méritos que los que no tienen discapacidad y merecen tener la misma difusión. Uno de los deportistas paralímpicos más reconocidos de la historia fue el sudafricano Oscar Pistorius, quien hizo historia al participar en los Olímpicos de 2012 corriendo sin problema junto a demás atletas sin discapacidad. El sudafricano incluso se clasificó a semifinales de los 400m planos, ganándose el respeto de todo el mundo del deporte.
Antes de eso Pistorius ya llevaba una carrera espectacular en el mundo paralímpico. En Atenas 2004 y con 17 años sorprendió al mundo ganando el oro en los 200m. En los Paralímpicos de Beijing 2008 ganó medalla de oro en 100m, 200m y 400m, rompiendo el récord mundial en las tres distancias.
Su carrera paralímpica acabó en 2012 con un oro y una plata, y su carrera deportiva en general acabó para siempre cuando en el año 2013 mató a su esposa Reeva Steenkamp de cuatro disparos. En un inicio se pensó que le había disparado a ella por error al confundirla con un ladrón que había entrado a la casa, pero esta versión nunca fue del todo ratificada.
Después de más de 5 años de juicios y tiempo en prisión, finalmente la justicia sudafricana tomó una decisión con Pistorius. El atleta fue condenado a 15 años de prisión intramural por el suceso, acabando con toda ilusión de seguir con su carrera y generar ingresos de publicidad con su apuesta figura.