Nuevamente la reconocida generadora de contenido volvió a ser tendencia en redes sociales.
El motivo no fue una de sus recurrentes extravagancias, sacadas cual infante queriendo llamar la atención de un adulto, sino que se trató de un descontento hacia el Invima, entidad encargada de vigilar y controlar que muchos de los productos que se utilizan o producen en Colombia —alimentos, bebidas, cosméticos, entre otros— cumplan con los estándares de calidad y no atenten contra la salud de los consumidores.
De inmediato, las redes sociales "estallaron" defendiendo a tan abnegada mujer, pues lo que sucede es un vil ataque a tan sufrida persona, ya que esta sociedad clasista no permite que alguien procedente de estratos bajos alcance a destacar y surgir y peor aún crear empresa.
El susodicho personaje, en medio de un mar de lágrimas (común denominador en sus apariciones), subió algunas historias en una cuenta de Instagram (¿acaso no tenía prohibido utilizar redes sociales por orden judicial?) denunciando que "otras marcas" la han presionado para retirar sus productos, ya que les estaba bajando las ventas.
Además, señaló que algunos usuarios han hecho denuncias afirmando que al utilizar lo que ella vende han tenido consecuencias en su cuero cabelludo, queriendo dar a entender que es objeto de persecución por grandes capitales. Y eso no es todo, también sugirió que es "perseguida por el Estado", ya que la presionan para que cumpla con los términos de su condena.
Y como estos personajes conocen que los seres humanos nos comportamos a partir de las emociones, inmediatamente aparecieron las opiniones en Twitter defendiendo a tan "devastada" mujer. Inclusive, honorables senadores van a dar la "batalla" por ella.
Ahora bien, hay que tener presente que la denominada Epa Colombia es experta en manipular los sentimientos de sus seguidores a partir de su victimización recurrente, pero a los pocos días sale cantando victoria y alardeando que a pesar de todas las "vicisitudes" ha logrado salir adelante y derrotar a sus más acérrimos enemigos.
Obviamente, este no será el último drama que veremos en redes sociales de parte de ella, vendrán muchos otros. Mientras los colombianos se indignan en redes por el mal trato al que es sometida, ella seguirá facturando y pensando cuál será su próximo show.
¡Epa, epa, epa, pendejos!