Yo sé que al igual que sucedió en su momento con doña Gloria, el Querubín Rebelde (que todavía intenta con éxito moderado seguir a flote), con el "Fuicioso" y con otros más, no pasará de ser un fenómeno viral y mediático momentáneo. Que en este país de ídolos pasajeros, penosos modelos a seguir, memoria de corto plazo y olvido rápido, es tan fácil que lo vuelvan todo un "éxito" a través de una oleada videos, "remixes", memes, parodias, etc. Aún así, esas pocas semanas de "fama" que se les da a estos personajes, terminan conviertiéndose durante sus quince minutos en una verdadera molestia; ya sea por quienes replican cada estupidez que salga relacionada con ellas, o por el puñado de "haters" amargados que salimos a criticarlas, dándoles sin intención de ello, mucha más difusión.
De todas formas, preocupante, triste y frustrante ver que en un país lleno de gente talentosa, de gente inteligente, de gente con algo que decir, sean estos fenómenos los que acaparen la atención. Que las voces de chicos y chicas que conozco de primera mano, que de vez en cuando realizan algún video sin intención de lograr fama, sino de hacerse oír, al menos entre los suyos, y cuyos contenidos son más enriquecedores e interesantes que los de muchos de aquellos que se dedican a hacer videos estúpidos y huecos, sean acallados por una persona que decide tomar su cámara y con su cabeza tan vacía como la de quienes consumen y difunden su basura, se dedica a abrir su boca para hablar estupideces o hacer el ridículo; y ¡lo peor!, terminan saliendo no sólo en cada página que replica sus banalidades, sino que hasta los nada serios medios de comunicación se encargan de amplificar su "éxito"; llamando de forma descarada "talento", "creatividad", u "originalidad" a lo que no es más que pura estupidez humana.
Sigue así, Colombia.
Tu próximo Premio Nobel aún está lejos.