En julio de 2014, cuando Vicky Dávila trabajaba en la FM de RCN entrevistó al entonces director de la Aeronáutica Gustavo Lenis, quien para ese momento estaba recién nombrado en el cargo. Lenis fue indagado por el hecho ocurrido en aquellos días relacionado con que un controlador aéreo del Aeropuerto Nubia de Manizales no acudió a su trabajo aparentemente porque la ruta no lo recogió, lo que obligó a un avión que se dirigía a Manizales a desviarse al aeropuerto de Pereira.
En la entrevista se empezaron a sentir los roces desde un inicio, porque al estar el director recién llegado le contestó de manera reacia a Dávila que por ser nuevo desconocía el RAC (Reglamento Aeronáutico Colombiano), aduciendo también que ningún director tenía conocimiento de tal reglamento y que los procesos disciplinarios a nivel público eran un tanto complicados. Después, se evidenció claramente la continuación de los roces cuando la periodista le preguntó a Lenis: ¿entonces a quién le preguntamos?, ¿a mi mamá? A lo que el funcionario respondió: “pues si quiere pregúntele a su mamá, me parece bien”. Luego de eso, Vicky Dávila le dijo que le parecía que “estaba muy sobrador” y, con una aparente y perenne tranquilidad, le mencionó el término “payasada”. Fue en ese momento en el cual la rabia de Lenis no fue disimulada y muy ofuscado le respondió “más payasa es usted, a mí no me falte al respeto”, a lo que agregó que era una “abusiva”, reiterándole que lo respetara.
Tras escuchar esa entrevista y al percibir esa falta de etiqueta periodística supe que no volvería a escuchar a Vicky Dávila. Ciertamente, Lenis fue grosero al responder de manera airada subiendo el tono de voz notablemente, pero la periodista no se quedó atrás con su forma de hablarle. Casi finalizando la entrevista, Dávila le ofreció disculpas públicas a Lenis, quien las aceptó. Tiempo después, y con referencia al tan sonado caso de la comunidad del anillo, el cual se estaba investigando, Dávila hizo público un video, por el cual el expresidente Santos criticó su forma de hacer periodismo. Como consecuencia de esa situación, Dávila debió renunciar a la FM en febrero de 2016 y en enero de 2017 ingresó a trabajar a La W. En ese lapso salieron a la luz un sinnúmero de informaciones en los medios sobre presuntos nexos paramilitares del suegro de Vicky Dávila, lo cual dejó a muchos colombianos asombrados.
Así duré un tiempo, más de cuatro años sin escuchar a Vicky… hasta que nuevamente, hace un mes aproximadamente volví a oírla y a verla en vivo en sus entrevistas. De vez en cuando (sí, definitivamente los colombianos somos expertos en olvidar todo lo que pasa) ese alemán tan nombrado, denominado Alzheimer, nos persigue incesantemente, además de que cuando se trata de mirar la “paja en el ojo ajeno” tenemos “doctorado”, sin tener en cuenta que todos cargamos mínimo con un pecado encima.
Ahora bien, hace tres días tuve la oportunidad de ver las entrevistas completas y en vivo realizadas por parte de Vicky Dávila a la exesposa de Hollman Morris y a Luis Eduardo Leiva (abogado de Morris), y hoy vi la entrevista realizada directamente a Hollman Morris. En las dos entrevistas se puede observar que las discusiones se basan en situaciones íntimas y que, en mi opinión, deben ser discutidas únicamente en el ámbito familiar o en otras esferas diferentes a un programa televisivo o de radio. Por otra parte, la falta de objetividad de la periodista entre una entrevista y la otra fue notoria, la forma cómo sacó al abogado de Morris (quien acompañó al concejal) fue bastante grosera, además de su obvia parcialización hacia la situación narrada por la exesposa de Morris.
Para finalizar, y después de analizar todo lo sucedido en las recientes y antiguas entrevistas hechas por Vicky Dávila, puedo decir que esos programas sobreactuados generan un gran morbo y distan totalmente de un periodismo auténtico (como el de antes).
