Unión Patriótica de Chile (UPA) es un partido político y movimiento de masas chileno con un proyecto refundador del país andino, de vocación esencialmente popular, antifascista y antiimperialista. UPA fue fundado recién en 2017, pero su historia está profundamente ligada a la lucha popular en dicho país, fuertemente vinculada al Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria) PC(AP), un baluarte de la izquierda chilena.
Entrevistamos al presidente del partido y candidato presidencial Eduardo Artés Brichetti*
Sr. Brichetti, ¿podría contarnos cómo surge la idea de inscribir UPA como partido político?
Nace para dar respuesta a una necesidad vital, como es ampliar y hacer presente la política patriótica popular en el ámbito nacional, para que el descontento de las mayorías tenga la posibilidad de usar y expresarse desde los eventos eleccionarios convocados y usados por las representaciones neoliberales y proimperialistas para dilucidar sus contradicciones relativas a la manera y a qué sector dominante le corresponde gestionar el poder.
De cualquier forma, UPA asume la participación electoral como una expresión más de movilización que se une a la huelga, movilizaciones diversas, lucha de ideas, etcétera. En ningún caso como la única, ni principal para todo momento y espacio de lucha política.
¿Cuál es su opinión respecto al Frente Amplio Chileno que proponen algunos exlíderes de las movilizaciones estudiantiles de 2011? ¿UPA considera sumarse?
UPA no es parte del “frente amplio”, no compartimos con ellos los lineamientos políticos, ideológicos ni metodológicos. El “frente amplio” no tiene un programa de superación de la sociedad chilena actual y menos aún de soberanía nacional y popular. Es una amalgama de ideas de variados orígenes y de distintos signos, que van desde algún “ex” fascista de viejo grupo “patria y libertad” hasta elementos autoproclamados del “anarquismo”. Sin duda, el “frente amplio”, en el mejor de los casos, es un agrupamiento electoral, sin unidad ni proyección, en el cual buscan espacio muchos que se quedaron al margen del gobierno de la “nueva mayoría” y/o, están tras una plataforma para integrarse en la institucionalidad, claro con algún acento reformista, de cambio cosmético.
UPA no se sumará al “frente amplio”, hacerlo significa dejar sin alternativa política a las mayorías. Sostenemos tres ejes que no se encuentran en el llamado “frente amplio”: 1 El antiimperialismo, 2 El patriotismo y 3 El protagonismo popular.
Chile no ha mostrado una postura clara en apoyo al gobierno del presidente Bashar al-Ásad de Siria ni a la causa del pueblo palestino; ¿puede explicarnos la postura de UPA?
En países como Chile se gobierna con o contra el imperialismo. No es de extrañarse que los diversos gobiernos de los dos bloques neoliberales que se han compartido el gobierno, desde el desplazamiento del fascismo, fuera de la moneda, siempre y sin ningún disimulo asuman la política internacional dictada por los EE. UU.
UPA, al ser antiimperialista, se alinea sin ningún reparo con los que buscan la libertad e independencia nacional, en este caso con la Siria de Bashar al-Asad y con la causa del pueblo palestino. Entendemos que todo fortalecimiento de la soberanía de los países y pueblos, va en beneficio de nuestra propia lucha tras esos objetivos
UPA está a favor de la Asamblea Constituyente, pero una asamblea popular y no una asamblea burguesa. ¿Puede explicarnos cómo sería una asamblea constituyente legítima para Chile?
Estamos por una Asamblea Constituyente con letras grandes, que debe instalarse a partir de la movilización y participación de las amplias mayorías, cualquier maniobra que se dé desde el parlamento y/o gobierno, para formular una supuesta “asamblea constituyente” debe ser rechazado tanto por antidemocrático como por ser parte de las viejas maniobras, cuyos objetivos son simular que se está cambiando algo, para al final, mantener todo igual.
Para nosotros, hablar de asamblea constituyente es referirnos a un proceso en que las diversas clases populares y los pueblos originarios empoderados, sean sus redactores desde una posición de poder.
¿Por qué decidió postular a la presidencia? ¿Es una opción participar de primarias con algún otro partido?
Nuestra candidatura es para avanzar en el proceso de unidad y acumulación de fuerza para refundar Chile, por lo tanto no es un “saludo a la bandera” ni un capricho sectario. Para optar por primarias con otro partido, tendríamos que tener en primer lugar, una verdadera coincidencia programática y de proyección de la propuesta política sostenida, esa es una condición que no podemos bajar.
Ustedes proponen un amplio programa de reformas para Chile, ¿puede explicarnos cuáles serían los énfasis de su eventual gobierno? ¿Qué se plantea respecto de la industria minera?
Nuestro programa abarca las diversas demandas que con movilizaciones reclaman las mayorías, pero lo fundamental está en la salida que se tiene frente cada uno de ellos, de tal manera que las demandas relativas a la industrialización, salud y educación, vivienda, sistema de pensiones, medioambiente, seguridad pública, transporte y telecomunicaciones, FFAA y de orden, carácter unitario y plurinacional, etcétera, no se queden solo en exigencias.
No puede haber, una atención a cada una de las demandas señaladas, sino se parte por medidas fuertes, tales como: 1 Reevaluación de los tratados comerciales, políticos, culturales y militares con las diversas potencias imperialistas, principalmente con el imperialismo yanqui, principal enemigo de la soberanía y desarrollo social de Chile. 2- Recuperación de nuestros recursos naturales, tales como el cobre, litio, mares, forestal, etc. 3- Intervención y nacionalización del así llamado mercado de capitales, particularmente de los bancos extranjeros 4- Intervención y cambio de carácter de las FFAA y de Orden, colocándolas al servicio del desarrollo multifacético del país y particularmente de la soberanía del país, entendida esta, desde la defensa de la propiedad de los recursos naturales, en manos del Estado y de todo el pueblo.
Desde UPA sometemos la nacionalización de la gran minería, particularmente la del cobre y litio, al tiempo que un fuerte apoyo técnico y económico a los pequeños y medianos mineros. Todo de acuerdo a un plan nacional de desarrollo de protección y no destrucción medioambiental.
Usted es un profesor y fue dirigente durante la dictadura. ¿Su gobierno incluirá a movimientos sociales (como la corriente estudiantil popular) en la elaboración de las reformas?
Totalmente, más aún, no sería entendible un gobierno patriótico popular sin el protagonismo efectivo y masivo de los movimientos sociales, solo con dicha participación es posible el desarrollo y consolidación de los cambios estructurales que llevaremos adelante, los que a no dudar enfrentarán una oposición en todos los frentes y formas de parte de los sectores sirvientes de la oligarquía imperialista.
La corrupción es una preocupación enorme para el pueblo chileno. ¿Cómo planean combatirla?
La corrupción es producto y consecuencia de un modelo determinado, aún más, está al servicio del mismo, por lo cual el combate a ella está íntimamente ligado con la destrucción de sus sustentos económicos, políticos y culturales. De cualquier manera tomaremos medidas concretas e inmediatas, de la máxima dureza, para castigar a quienes desde la corrupción dañan a la sociedad, a los trabajadores y pueblos de Chile.
¿Sí usted es electo presidente de Chile seguirá con la demanda en La Haya en contra de Bolivia?
El gobierno Patriótico Popular desarrollará una política de hermandad, solidaridad, cooperación, beneficio mutuo con todos los países que respeten nuestra soberanía y no dañen nuestra economía, libertad política y cultural.
Particular empeño estará en resolver cualquier diferencia con los países vecinos, por la vía bilateral, buscando como hemos señalado, el beneficio mutuo, la hermandad entre los pueblos contra el imperialismo y sus intrigas permanentes. Entendemos que los organismos internacionales, como la Corte de La Haya, son instrumentos parciales, manejados por intereses imperialistas, por lo cual nada bueno pueden obtener los países y pueblos soberanos de ellos. Claramente no seguiremos con dicha demanda.
**Se refiere a la demanda de Bolivia contra Chile por la obligación de negociar una salida soberana al océano Pacífico, que la Corte Internacional de Justicia resolvió favorablemente a Chile, estableciendo que no existe obligación alguna de negociar para Chile respecto de Bolivia.