Entre Paloma Valencia y Claudia López
Opinión

Entre Paloma Valencia y Claudia López

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diciembre 24, 2014
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Se habla mucho de la polarización que vive Colombia. Al respecto lo que es nuevo, y puede ser más importante que el mismo proceso de paz, es el principio de reflexión planteado por María Jimena Dusán en el artículo que ella misma concreta como la necesidad del "desarme de las plumas".

Es un hecho que el primer o mayor poder en cualquier sociedad moderna es el de manejar la información. Lo es en las dictaduras y por eso el control férreo que ejercen sobre ella; y los es en las sociedades de mercado, y por eso los imperios mediáticos son simultáneamente imperios financieros, y quienes sobresalen por la riqueza que van adquiriendo buscan entroncarse y ejercer influencia —y de ser posible dominio— sobre los medios.

Por otro lado, como la base de la convivencia en cualquier comunidad depende de los mecanismos para resolver conflictos, la administración de justicia se convierte en la columna vertebral sin la cual no podría existir o no tendría sentido la existencia del Estado.

Entre nosotros sobra decir hasta qué punto el desorden o descuadernamiento que vivimos en lo que más se manifiesta y muy seguramente su principal causa es justamente la inexistencia de la Administración de Justicia. Pero no solo es su parte operativa, donde de todas maneras sus fallas son más grandes que las de la Salud, la Educación o la Infraestructura; igual o más grave es la deformación a la cual hemos llegado cuando todo acusado —o lo que es peor, sus abogados— lo primero que dicen es que 'demostrarán la inocencia', olvidando que el principio más universal del derecho es que esta se presume y no toca demostrarla; o cuando se habla de 'delitos atroces', cuando tal categoría no existe ni en el derecho interno ni en el internacional, ni en lo penal, ni en lo humanitario (es tan solo algo como, para usar el lenguaje de las señoras bogotanas, referirse a negociaciones sobre 'crímenes espantosos'); o se dictan sentencias motivadas en que no hay violación al texto pero sí al espíritu de la ley.

El resultado o la concreción es que lo que caracteriza lo que pensamos y vivimos los colombianos gira alrededor de la envidia y el escándalo. Los envidiosos de cualquier éxito personal de quien no lo comparte con ellos buscando como destruir al personaje, y los medios ofreciendo —y sobre todo viviendo de— el escándalo que permite lograrlo. Los ejemplos sobran y van desde el caso de Palacino, pasando por el del exministro Arias, hasta el más reciente del presidente de la Corte Suprema de Justicia.

El país lo manejan los periodistas y ya no solo al nivel de Julito con sus dos instrumentos —Camila que muerde y Alberto que pontifica y neutraliza—, o del presidente Santos cuya vocación, formación y habilidad en ese campo explican su éxito, sino con personalidades ya más emblemáticas: el máximo del periodismo de Colombia lo representan Paloma Valencia y Claudia López, ya entroncadas en el poder político directo y descollando en su ejercicio, y expresando en forma paradigmática la polarización, la agresividad y la manipulación que caracteriza este momento de nuestra historia.

El modesto mea culpa de María Jimena difícilmente contrarresta la admiración y el liderazgo creciente de la influencia y el ejemplo que significa este nuevo modelo de periodismo. Ella se limita a considerar que los periodistas también han caído en esa mezcla de polarización y truculencia que ha acabado con la tolerancia en las relaciones entre nacionales y con una administración de justicia operante y justa, cuando más que ser parte de este problema son causa y culpables de él. No hay tal que los medios solo reflejan la opinión del público; lo cierto es que la crean y la dirigen. El ciudadano depende de la información que recibe y esta lo condiciona a pensar y en buena parte a actuar de una u otra manera.

Ojalá nuestros 'informadores' tuvieran menos pasión por los calificativos y apreciaran más la ponderación en lo que trasmiten a la ciudadanía.

Fecha de publicación original: 5 noviembre de 2014

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