Entre lo cóncavo y lo convexo

En la casa que era la huerta de las monjas clarisas en la Calle 9 con carrera 8  y, donde hoy funciona la Escuela Taller de Bogotá se realiza una exposición itinerante organizada por Carlos Corredor que reúne experimentos en los procesos de producción  fotográfica o, cómo se refiere el curador Eduardo Serrano, los artistas buscan la “versatilidad”.

Una primera e interesante propuesta es la de Sergio Trujillo que presenta “pictografías” realizadas con Manuel Hernández quien hace dibujos con linternas. Las imágenes de luz reflejan nítidamente la propuesta armónica del maestro, mientras que el fotógrafo capta la imagen en movimiento. Otra propuesta interesante que resulta acumulativa es la que presenta Johanna Arenas quien plasma unos dibujos pequeños y los multiplica mientras utiliza el scanner y el computador. El resultado barroco tiene una apariencia esporas orgánicas. Dan Gamboa dibuja la fotografía mientras multiplica el significado del autorretrato. Una lectura singular de dos técnicas que recrean una doble lectura sobre la acción del artista que se mira desde perspectivas distintas. Ana María Davis muestra sus “máquinas”  mientras descompone el cuerpo.  La fotografía fija de un video muestra a un ojo o la boca que, enmarcadas dentro de una cámara fotográfica remplazan el mundo de la sexualidad femenina. Mauricio Vélez en su serie “Mitad ángeles, mitad demonios” registra fotográficamente su propia versión de Adán y Eva con la intervención del computador altera el significado del cuerpo humano. Ximena Castillo realiza fotos abstractas de flores que acaban mostrando una íntima sexualidad mientras que Sergio Barstelman utiliza la técnica del ambrotipo —un proceso del colodión pegado al vidrio— mientras investiga sobre las formas barrocas de las frutas. Imágenes que retoman una mirada nostálgica desde una vieja técnica. Nicolás Bejarano es un fotógrafo viajero que visita la bella cuidad de Venecia en blanco y negro mientras Harold Rodríguez  registra paisajes de los páramos.  Ana María Salazar, utiliza el fotoshop para recrear espacios museológicos  como el de la Galería Tate de Londres; en el hall principal incluye visitantes de plástico.

En esta extraña exposición, se busca mostrar el mundo de las diferentes posibilidades que existen en el contexto de los procesos creativos que tienen como plataforma a la fotografía.

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