Podemos recordar aquellas frases bíblicas que dicen que al hombre no lo mata lo que entra por su boca sino lo que sale de ella, o que somos esclavos de lo que decimos y amos de lo que callamos. Pues bien, a la ministra TIC se le cumplió su propia sentencia.
En virtud de lo anterior, convocamos a líderes, sindicatos, artistas, gremios y grupos defensores de la niñez y los derechos humanos para que enterremos simbólicamente a la MinTIC.
Esta afrenta contra nuestros niños del sector rural de Colombia no puede ser un simple escándalo más. Todo indica que existió un verdadero concierto para delinquir y que la responsabilidad total es de esta ministra.
Si un funcionario, en este caso Abudinen, no responde por lo que ocurre en sus dependencias, ¿entonces quién responde?
La opinión pública no puede ni debe permanecer impávida y en estado de shock; necesita reaccionar y exigir la renuncia inmediata de esta negligente ministra y todo su equipo asesor.
Son más de 5 millones de niños condenados a un no futuro, a una educación obsoleta y sin las mínimas condiciones de conectividad. Esta situación lleva a una inequidad social y económica, por cuanto estos menores no contarán con las herramientas técnicas, tecnológicas y académicas que les posibiliten conseguir un trabajo digno y bien remunerado. Condenados a la pobreza y la inequidad. Y sus hijos, y los hijos de sus hijos continuarán pagando esta onerosa muestra de corrupción.
Conmino a Fecode, Simana, sindicatos, campesinos y defensores de derechos humanos para que entierren simbólicamente a esta ministra cómplice, inmoral y negligente.