Los hermanos Sarmiento Angulo eran nueve en total. En los últimos tres años han muerto tres de ellos: Lucrecia, en mayo de 2019; Alicia, en febrero de 2020 y Arturo, en mayo de 2021. Luis Carlos, el más rico del país, fue el penúltimo en nacer y como el mayor quedó el obispo Monseñor Enrique Sarmiento Angulo, el hombre que manda en las cosas espirituales de la familia con más dinero en Colombia.
Los hermanos Sarmiento Angulo crecieron en un hogar estricto. Don Eduardo Sarmiento Pulido, el jefe del hogar, era un hacendado que se dedicó a los negocios de aserraderos de madera en una hacienda en el municipio de Guayabetal, que queda en la vía Bogotá-Villavicencio, mientras que Doña Georgina Angulo, la mamá, impartía una fuerte disciplina que años después se vería recompensada con el éxito económico y social de sus hijos.
Vivíeron en el Barrio Santa Bárbara, en el Centro de Bogotá, desde donde se iban caminando para San Bartolomé, el colegio de naturaleza jesuita que queda en la Plaza de Bolívar, donde estudió la mayoría de los hermanos Sarmiento, quienes se dejaron conocer por su buen rendimiento académico, en especial Luis Carlos, quien era una ‘lumbrera’ para las materias que tenían relación con los números.
Luis Carlos logró entrar a la Universidad Nacional a estudiar ingeniería civil con el mejor examen de admisión, mientras que su hermano mayor se orientó por la religiosidad y estudió filosofía en el Seminario Arquidiocesano de Bogotá, para luego armar maletas hacia Roma, donde se especializó en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de la que obtuvo el título de licenciado.
En 1958, a los 24 años, Enrique Sarmiento recibió en Roma la orden de sacerdote, mientras que su hermano Luis Carlos creaba su primera empresa y empezaba a forjar el camino de éxito financiero.
Al volver a Bogotá, un año después, lo nombraron Prefecto y Profesor del Seminario Menor de Bogotá. Durante sus 50 años de vida sacerdotal, Monseñor Enrique Sarmiento Angulo dio misa en una sola iglesia, fue en la parroquia del barrio San Fernando en el norte de Bogotá, en la que duró cuatro años. La mayoría de trabajos que el hermano del millonario empresario realizó dentro de la iglesia católica fueron como director y líder de procesos hasta que en mayo de 1986, el papa Juan Pablo II lo nombró Obispo Auxiliar de Bogotá.
Ocho años después, el 13 de agosto de 1994, otra orden de Juan Pablo II lo pone como administrador Apostólico de Bogotá, y luego en 2003 lo nombra Obispo de la Diócesis de Fontibón, donde permaneció hasta el 25 de noviembre de 2011 con 75 años encima, el papa Benedicto XVI le aceptó la renuncia. Desde aquellos días se dedicó a escribir algunas columnas en el periodico El Tiempo, propiedad de su hermano; a ayudar desde la tranquilidad del retiro a la iglesia y servir de consejero y guía espiritual, como siempre lo hizo, de su hermano menor, el empresario más poderoso del país.