La último que hizo el exalcalde Enrique Peñalosa fue acompañar, desde el público, la posesión de Claudia López en el parque Simón Bolívar. Desde el día siguiente se desconectó y ni siquiera reaccionó en defensa de uno de los proyectos soñados: la expansión urbanística en el terreno de la reserva Van Der Hammen que la alcaldesa López encontró el camino para frenar definitivamente.
Peñalosa dejó comprometido un billonario presupuesto en contratos que firmó hasta su último día en el Palacio Lievano, el 31 de diciembre. Pero claramente no quiere entrar a polemizar. Y desde la primera semana de enero se alejó de la esfera pública.
Él mismo quiere dejar saber a través de sus redes sociales que está dedicado al disfrute y solo publica fotos de paseos al aire libre, bien en Colombia o Estados Unidos. Su primer destino fue Washington y Nueva York, recorriendo con su hija las ciclorrutas.
De regreso a Colombia quiso probarse en deportes extremos y dejar claro que está en buena forma. Asendió varios picos para hcer torrentismo en el municipio de Villeta en Cundinamarca.
Remató este mes en Cartagena, donde atendió una invitación para estrenar uno de los hoteles de moda: el Hotel Las Islas, un proyecto de ecoturismo en la isla de Barú. Como correspondía fueron múltiples las fotos que desplegó en su cuenta de Instagram.
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