Estoy cansado de ver a Carriazo haciendo siempre el mismo papel. Es que desde Paco, el de La guerra de las flores, a Lucho no hay mucha diferencia. Siempre la misma dicción, las mismas maneras por las que se hizo famoso siendo Heriberto Reyes. Yo no voy a decir que no es divertido. Carriazo es capaz incluso de levantarle el rating a un muerto como RCN. Tiene un conecte innegable con la gente, pero de ahí a que uno diga que es un monstruo de la actuación, de que es el Robert de Niro colombiano, hay una distancia enorme.
Carriazo se repite y se repite como una peonza. Si bien existen actores de carácter que siempre hacen el mismo papel como una forma de estilo, lo de Carriazo no es eso, es cansancio y mediocridad. Estaba bien que se hubiera retirado como lo había pensado. Se ve que ya no estudia, que ha perdido sorpresa y gracia. El Carriazo genial de la Pena Máxima haciendo pulso con Robinson Díaz ya no existe, ya se ha esfumado. Lástima porque perdemos todo.
A mi en este momento Carriazo me parece un pésimo actor. Sí, para él medio funciona, pero no me lo imagino actuando en otras latitudes donde la exigencia es mayor. Con lo poco que tiene todavía le alcanza para agarrar despistados. Acá igual ni siquiera saben de actuación. Acá todavía creen que Carlos Muñoz era una leyenda. Para mí el gran actor de este país ha sido Frank Ramirez, de resto han sido cuentachistecitos con alguna chispita de gracia. No más. Carriazo es eso y seguro marcará otro éxito en su carrera en Colombia con Lucho. Será otro hit tipo Heriberto Reyes, tipo Paco pero no más. Nuestra televisión es tan pobre que a Carriazo, con todas sus limitaciones, le alcanza para ser llamado maestro.
Lo que sí es refrescante es ver a la siempre subestimada Verónica Orozco. Al menos en ese primer capítulo la diva se ve esplendorosa y le disputa y le gana sin problemas los mano a mano a Carriazo. Sí, Enrique es un actor efectivo, que tiene impacto en la gente, pero siempre se repite. Es que cuando lo vi creí que estaba teniendo un deja vú. Estaba mejor retirado. Lástima porque este regreso precipitado podría acabar con su legado.