Este video es la prueba reina que desde el año 2014 la administración distrital de Cartagena, en cabeza de Dionisio Vélez Trujillo, financió la corrida de toros con dineros públicos:
En su momento, le pedimos a la Fiscalía, a la Procuraduría y a la Contraloría que abrieran investigaciones de oficio para verificar la información dada por este ciudadano que llegó hasta la plaza de la Aduana de Cartagena a lavarse las manos, afirmando que si algo le pasaba a Fany Pachón, la huelguista de hambre que quería evitar la matanza de inocentes planificada por Dionisio, no era responsabilidad de los empresarios sino de la misma alcaldía que los había contratado.
Esperamos que las "ías" que debían abrir investigación de oficio finalmente lo hagan y lleguen hasta el final de esta situación.
La sentencia C 666 de la Corte Constitucional establece que en una ciudad donde no han habido corridas de toros por tres años, no pueden volver a ocurrir. La ultima corrida "legal" en Cartagena ocurrió en 2009 dejando pérdidas millonarias, tanto que en el 2010 se habló de convertir la plaza de toros en un centro comercial porque entendieron que no era rentable seguir con este sangriento e inmoral negocio.
No hubo corridas en los años 2010, 2011, 2012 y 2013 hasta que su majestad, el Virrey Dionisio Veléz, retrocedió al pasado y en ese nefasto 2014 nos avergonzó y destruyó moralmente, al traer a Cartagena la infamia y la vergüenza de torturar y darle la peor de las muertes a seres inocentes, majestuosos y bellos, que son creación de Dios y que merecen ser respetados, amados, queridos y protegidos por todos nosotros.
Dionisio engañó a los amantes de la vida en la campaña a la alcaldía, se comprometió públicamente a respetar a los animales y a tener políticas justas para ellos, por eso lo apoyamos en campaña y votamos por él pero nos traicionó y la realidad no pudo ser peor.
El arte es placer, gozo, vida y alegría. Jamás podrá ser tortura agonía y muerte.
Esa es la sociedad que queremos para nuestros hijos, una en la que los débiles sean amados y protegidos.
Los cartageneros somos champetuos, taurinos nunca más.
Manolo Duque, en sus manos está el futuro de esta ciudad, le suplicamos que apueste por la vida, por el respeto a los desprotegidos y por los que no pueden defenderse. Recuerde que este año que termina se realizó en Bolívar una votación para escuchar la voz del pueblo con respecto a las corralejas y el resultado fue un aplastante: ¡NO!