El cambio de posición del presidente Santos frente a Venezuela, su aliado clave junto con Cuba para sacar adelante el proceso de paz con las Farc, crispó a Nicolás Maduro. Rompió la discreción que siempre había mantenido tanto él como su canciller con un provocador trino recordando haberle dicho a Hugo Chávez que su revolución bolivariana había fracasado, además de haber sostenido distintas reuniones con diputados de la oposición.
Maduro soltó la lengua no sólo para decirle que Colombia era un estado fallido sino para "advertirle que contará secretos del proceso de paz". Santos intenta salirle al paso al encuentro, así fuera informal, de los expresidentes Pastrana y Uribe con el presidente Donald Trump, en la que se sabe tocaron el tema de las amenazas para Colombia, según ellos, del llamado Castrochavismo.