La endoscopia es un procedimiento médico que busca explorar el esófago, el estómago y el duodeno. Es una estrategia con la cual los especialistas en los órganos antes mencionados pueden verlos a través de una sonda que dentro de ella tienen una pequeña cámara y una luz externa que parece farola de carro en términos coloquiales.
Ahora bien, el endoscopio tiene varias peculiaridades: ayuda a ver en detalle el interior del cuerpo; sirve para extraer tejidos anormales (biopsia); puede ayudar a tratar algunas enfermedades; y funciona para extirpar tumores, detener sangrados y extraer cuerpos extraños que se encuentren en alguno de los órganos ya mencionados.
Ya dicho lo que es, les voy a contar dos anécdotas que tuve relacionadas con el tema.
La primera fue hace ya más de 15 años. En ese momento era mensajero de una empresa y ese día no fui por la mañana porque tenía una cita con el odontólogo. Cuando estábamos en el procedimiento, este me insertó un espejo en la boca (el que utilizan para ver los dientes) que cayó dentro de mi boca y pasó de largo al estómago. Claramente con la cabeza hacia arriba y la boca abierta, según procedimiento odontológico, el artefacto hizo su viaje sin ninguna complicación. El instrumento estaba mal atornillado y el odontólogo no se dio cuenta.
Acto seguido, me enviaron para urgencias y cuando llegué a la clínica en ambulancia (nunca había subido a una) al unísono me remitieron donde el especialista. Sin agüero me explicaron algo del procedimiento y me introdujeron el endoscopio. Me indicaron que solo respirara por la boca y eso hice, pero fue difícil, pues no estoy acostumbrado a hacerlo. Mientras tanto podía ver lo que pasaba y observaba cómo en el endoscopio había una especie de tijereta que trataba de atrapar el espejo del odontólogo. Fallaron varias veces hasta que por fin lo extrajeron. Agradecí al médico y me dieron tres días de incapacidad. Quedé disfónico, seguramente porque al retirar el objeto lastimaron mis cuerdas bucales.
La segunda vez fue hace pocos días, pero en esta ocasión con la intención de revisar posibles enfermedades gástricas. Como no era de urgencias, los profesionales fueron supremamente amables. Además, me sedaron, cosa que no ocurrió la primera vez. El procedimiento efectuaron mientras me dormía, así que se ahorraron el berrinche, pues le tengo miedo a las agujas. La anestesióloga, el médico y las dos enfermeras en todo momento estuvieron conmigo. Me desperté, reposamos por la anestesia y como a las tres horas ya estaba bien (desde el punto de vista del examen, no del diagnóstico).
* La endoscopia es un procedimiento médico de alta tecnología que evidencia cómo la medicina a medida que pasa el tiempo avanza junto con la ciencia.
** Mis agradecimientos a los profesionales que me colaboraron, sobre todo en esta segunda oportunidad, que fue con la prepagada de Colmédica.