Cuatro medios de comunicación comenzaron esta semana mostrando con bombos y platillos una “Gran encuesta presidencial” con miras a las elecciones de mayo de 2018 creyendo que con ella le están abriendo los ojos a los candidatos y la ciudadanía sobre cómo va el camino para quien pueda suceder a Juan Manuel Santos.
Según la encuesta gana por todos los lados Germán Vargas Lleras, algo lógico sabiendo que es el único de los candidatos que ha hecho campaña durante 6 años y con recursos del gobierno gracias a varios ministerios y una vicepresidencia que le sirvieron para liderar proyectos que le permitieron viajar por todo el país.
Preocupado estaría de ser Vargas Lleras con esta encuesta y apenas lograr un 21,5% de intención de voto cuando al menos debería tener el 60% si tenemos en cuenta que lleva buscando la presidencia formalmente desde 2010 cuando se lanzó por primera vez, pero informalmente desde 2006 cuando la reelección de Uribe se le atravesó en el camino.
La campaña de Vargas será en grande, por los recursos que le llegarán gracias a su cercanía con el hombre más rico del país (Luis Carlos Sarmiento Angulo) a quien ayudó con varios proyectos de infraestructura en su paso por el gobierno, y grande para mostrar que es un hombre de resultados, fuerte, valeroso, aplomado y comprometido con los sectores más vulnerables.
La ciudadanía olvidará su brusquedad y petulancia, como también que su partido ha avalado personajes que hoy están presos, o que es un experto en acuerdos políticos o aprovechar su función pública para hacer campaña, por cierto esta última característica que causa el disgusto de sus adversarios para no hacer alianzas con él por ahora. Ya veremos cuando Uribe Vélez se les atraviese a todos.
La encuesta coloca a Gustavo Petro en segundo lugar, y como no, si Petro fue protagonista de una lucha que acaparó los medios de comunicación durante los cuatro años que se la pasó defendiéndose para mantenerse en la Alcaldía de Bogotá frente al entonces Procurador Ordóñez, mismos medios que no mostraron sus limitados aportes a la ciudad que además lo hacen ver como un mal administrador,
Si el segundo en opción de votación fuera un cercano al que está de primero me sentiría defraudado de la encuesta, porque es lógico que exista polarización en preferencias en un país que está polarizado. Petro reúne el sentimiento de la ciudadanía ubicada en la izquierda que lo prefiere a Clara López (eterna candidata) o el Senador Jorge Robledo (a quién nada le gusta y tiene imagen de bravucón).
Ya todos sabemos que Petro tiene problemas legales (investigaciones fiscales y disciplinarias que le dejaron su paso por la Alcaldía de Bogotá) y más que candidato, su papel será de apoyo para aquel personaje de la izquierda que llegase a una eventual segunda vuelta porque todo indica que está impedido.
Sergio Fajardo aparece de tercero con un 10% de intención de voto, un resultado que seguramente será sorpresivo para el propio Fajarado quien considerará que mantenerse marginado y sin alianzas le debería colocar desde ya en una mejor posición. Conociendo el carácter de Fajardo y haber aceptado en el pasado ser fórmula vicepresidencial de Mockus lo hacen en este momento declararse impedido para aceptar ser segundón por lo que preferirá perder en primera vuelta pero seguir ganando reconocimiento para la próxima elección.
Clara López Obregón (y no Claudia López) es lógico también que aparezca en la cuarta posición después de haber sido candidata presidencial, jefe único del mayor partido de izquierda y además Ministra de este gobierno. Sin embargo, está quemada de antemano por las dificultades que enfrenta al no tener partido y saberse de una izquierda tan desarticulada que ahora con la llegada de las Farc anda sin rumbo.
Claudia López (y no Clara López Obregón) deberá conformarse con este generoso 6% en un país homofóbico y machista como el nuestro. Luis Alfredo Ramos y Martha Lucía Rincón deben estar agradecidos con la encuesta cuando no han formalizado sus aspiraciones, al menos Ramos que todavía sigue a la espera del proceso legal que tiene en curso.
Y finalizo con Humberto de la Calle por quien siento consideración ya que él debió haberse ganado el Nobel de Paz al tener que aguantar todo el proceso de negociación y además con esta encuesta la ciudadanía lo tenga de colero sabiendo que podría aportar mucho por el país dada su experiencia.
Permítanme concluir con unas últimas 3 observaciones que arrojan la llamada “Gran encuesta”:
- Los partidos tradicionales están rezagados y extintos aunque van a seguir gobernando indirectamente como lo han hecho con los últimos dos presidentes que apoyados por otras etiquetas partidistas son de base Liberal.
- Los grupos de izquierda únicamente tendrían opción de poder si se unieran, algo que está muy difícil conociendo el simple precedente que ni en un mismo partido logran ponerse de acuerdo.
- Los candidatos cercanos a Uribe y que seguramente se podrán unir para fortalecerse, pasan desapercibidos en esta encuesta, situación que debería preocupar.
Al respecto de este último punto debe recordarse que Álvaro Uribe Vélez ya perdió la presidencia con su partido una vez y estoy seguro que no volverá a dejar que esto pase de nuevo, más aun cuando no seguirá en el congreso y estará cansado de hacer oposición cuando sabe que es en el ejecutivo donde se pueden hacer las cosas. Es un hombre paciente, versado y estratégico que no debemos subestimar porque además ya fue presidente.
Si la división persiste y siguen todos los candidatos cada uno por su lado, seguro ganará Vargas Lleras siguiendo el ejemplo de la Alcaldía de Bogotá en las últimas dos elecciones donde una excesiva fragmentación permite que gane el candidato menos odiado aunque su votación no sea mayoritaria, o el candidato de Uribe que por ahora no necesita de alianzas.
Uno u otro podría poner al país en riesgo por la estocada que le pondrían al proceso de paz. Además, aumentarían la desigualdad económica del país ya que para ser presidente se debe contar con el visto bueno de los cacaos que al final imponen su voluntad y hacen creer a la ciudadanía que el nuevo presidente esta vez disminuirá la pobreza y el desempleo.
Yo espero que estas encuestas no le laven el cerebro a la ciudadanía que ignorantemente cree que votar por el que está perdiendo en las encuestas es también perder el voto. O peor aún: que no vota porque esto de la política es una física perdedera de tiempo, como lo fue escribir esta reflexión para muchos.
