Si hay un segmento de la población colombiana afectada por el conflicto armado, a lo largo de la historia, son los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendientes. Es por eso que para estos grupos étnicos es de vital importancia la negociación de los acuerdos de paz que se adelantan en La Habana, Cuba.
Para contextualizar y saber cuál es el tratado que se da a los temas que conciernen a estas minorías dentro de las negociaciones, se desarrolla en Bogotá el “Segundo encuentro interétnico, procesos e impactos de los diálogos y acuerdos de La Habana, Cuba, en un posible escenario de postconflicto”, cuyo objetivo principal es la elaboración de una agenda propia, concertada entre los participantes, fundamentada en el análisis del contexto territorial, cultural y político de las comunidades indígenas y afros, en relación con los acuerdos de la mesa de negociación de La Habana.
Según Marco Romero, profesor del departamento de Ciencia Política de la Universidad Nacional e integrante del Centro de pensamiento y seguimiento al proceso de paz, la importancia de este conversatorio radica en que “de algún modo la sociedad debe ser protagonista de la construcción del proceso de paz, además, debe empezar a prepararse para la etapa del postconflicto”.
Las minorías étnicas ven en el proceso de paz una oportunidad para terminar el conflicto, pero no lo consideran incluyente. “El proceso, visto solo como la terminación del conflicto, no es incluyente, hay que verlo como la oportunidad de generar incidencia consensuada, teniendo en cuenta las diferencias”, afirma Félix Manuel Bangero, integrante de Proceso de Comunidades Negras (PNC) y proveniente de Guachené, Cauca.
Para Ana Teresa Manjarrés, integrante de la coordinación de Autoridades Tradicionales Indígenas de Colombia Gobierno Mayor, “en las negociaciones no se ha tenido en cuenta la voz de quienes verdaderamente hemos sufrido las consecuencias de la guerra. Allá están tomando decisiones frente al futuro de nuestros territorios y no nos dicen nada”.
Durante el encuentro, los participantes, provenientes en su mayoría de zonas rurales donde se vive la crudeza del conflicto, ahondarán en los temas de política de desarrollo agrario, rural e integral; participación política; cultivos ilícitos; consulta previa y la constitución de las reservas campesinas.