Carlos Contreras y Andrés Medina son dos jóvenes que recién empiezan su carrera universitaria, esto no ha sido impedimento para que estén al tanto de lo que pasa en el país y quieran tomar una posición. El pasado 21 de noviembre decidieron salir a marchar, protestaban por ellos, pero también por todos los que se ven afectados con el recorte al presupuesto de las universidades públicas o con propuestas como solo pagar el 75% del sueldo a profesionales recién egresados.
Iban camino a la Plaza de Bolívar cuando se encontraron con el Esmad, que los dispersó y terminó llevándolos a encontrarse con quien habría de cambiar su presente. Al ir a buscar resguardo en medio de la confusión de los gases lacrimógenos y las arengas, llegaron hasta el GranSan, el centro de confección mayorista más grande del país y allí con su gerente. Por “cosas de la vida” dice Andrés, terminaron hablando con Yansen Estupiñán quien les preguntó porque estaban protestando. La respuesta fue unánime, falta de oportunidades laborales.
Frente a este panorama, muy bien conocido por los confeccionistas nacionales que han visto cómo se pierden miles de empleos por cuenta del contrabando y los diferentes gobiernos. Lo que se le ocurrió a Yansen fue ofrecerles trabajo y dicho y hecho, al día siguiente llegaron Andrés y Carlos, hoja de vida en mano y fueron contratados.
Nunca se sabe dónde las oportunidades nos van a encontrar. Hoy Andrés y Carlos tienen un trabajo y van a poder seguir estudiando. Yansen confía en que esto se les de esperanza de que si hay una Colombia mejor y que entre todos la podemos construir.
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