Luego de la cuestionada elección del señor Balcazar, nos dimos a la tarea de investigar un poco sobre este tema que tanto revuelo ha causado en la ciudad y encontramos esto.
Para entrar un poco en contexto es necesario aclarar que el contralor municipal, de acuerdo a las normas colombianas, debe ser elegido por el Concejo por un período de 4 años, igual al del alcalde.
Esto significa que desde el 2016 ya deberíamos tener contralor municipal de Villavicencio, ejerciendo sus funciones de control fiscal y auditando las actividades de nuestro municipio y sus diferentes secretarias y dependencias. Pero, como nuestro "honorable Concejo" no ha sido capaz de elegir y nombrar contralor con un procedimiento ajustado a la ley, hoy Villavicencio completa 2 años sin ente de control efectivo y eficiente.
Luego de la fallida elección de contralor de la primera convocatoria por los errores cometidos por la mesa directiva de aquel entonces del honorable Concejo Municipal y a través de la Resolución 073 de 2016, el Concejo convocó y reglamentó la elección del contralor municipal para el período 2016-2019. Esta resolución a todas luces y ante los ojos de cualquier ciudadano es evidente que convocó un concurso de méritos, tanto así que en su artículo 4º indica: “el proceso de selección por méritos que aquí se convoca, se regirá de manera espacial por lo establecido en el artículo 272 de la Constitución Política….y por las demás normas concordantes que regulan el acceso a la función pública”.
Después de iniciado el concurso de méritos y de superadas las 4 etapas establecidas en este, el resultado del puntaje final no fue el esperado para los concejales de nuestra ciudad y se dieron la "pela" de elegir al ilustre Edgar Iván Balcazar, quien ocupó el puesto número 13 del concurso de méritos.
No contentos con esto y en una actitud retadora ante la justicia y las leyes, posesionan al ungido por ellos mismos aun sabiendo que existía una posible inhabilidad en los hombros de Balcazar, quien había ejercido autoridad administrativa en la ciudad de Villavicencio en el año inmediatamente anterior.
Así las cosas, el tribunal ordena la medida cautelar de suspender esta elección, que es evidentemente contraria a derecho, la cual violó primero, el concurso de méritos que el mismo Concejo montó, y segundo nombrando a alguien que está inmerso en una posible inhabilidad.
Sin embargo, aquí no para la historia, el auto que ordenó la suspensión del contralor fue notificado a todas las partes que intervienen en la demanda, menos al municipio quien en cabeza del señor alcalde debía ejecutar la medida. Por lo tanto, Balcazar no fue apartado de su cargo una vez proferida la orden del tribunal, sino 10 días después, tiempo suficiente para que el suspendido contralor y el grupo de concejales que conforman la "mayoría" nombraran como secretaria general de la contraloría a una joven que por cierto no cumple los requisitos para ser encargada como contralora. Con el fin de seguir sentado en el poder, hoy estando suspendido Balcazar se la pasa a sus anchas en las oficinas de la Contraloría.
Lo raro del tema es que la procuradora aun sabiendo todo lo que está pasando desde el inicio, no ha querido hacer nada. Las normas describen como una falta grave nombrar a alguien inhabilitado, falta en la que están incurriendo los honorables concejales.
Es claro que el panorama político y jurídico del municipio está enredado. Nadie hace nada, nadie actúa, los entes de control no avanzan. La Contraloría sigue sin contralor. Esperemos que los tribunales pongan “tatequieto” a esta situación y se resuelva finalmente el tema del contralor que a la ciudadanía ya le sabe a cacho.