El fascismo ha dado pasos que no se pueden minimizar. Hoy ostentan el poder político en algunos países y en otros trabajan intensamente para posesionar el discurso del odio y del terror.
Seguramente, seguirán luchando de manera incansable para desconocer el triunfo de la democracia del pasado 28 de julio en la República Bolivariana de Venezuela. Hoy se escuchan sandeces provenientes de todos lados, incluyendo a gobiernos “progresistas” y también exgobernantes progresistas que ayer, en vida del comandante Chávez y de Fidel Castro, propugnaban por una América Latina progresista, antiimperialista y solidaria. Tenemos que reconocer que algunos de esos lideres del ayer, han adoptado el mismo comportamiento de Pedro (personaje bíblico) que, en el momento de crisis con Jesús, lo llevo a negarlo tres veces por temor a la represalia del imperio romano, ese miedo es el mismo que sienten los que hoy, piden desconocer la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), por miedo al imperio norteamericano y otros para que no los relacionen con el Chavismo en próximas elecciones. Hoy, abundan los Pedros y los Judas, la traición ha sido una constante en el ser humano.
Pero, lo más curioso, es que esos presidentes que expresan angustiosamente que en Venezuela “la credibilidad del proceso electoral solo podrá restablecerse mediante la publicación transparente de datos desglosados y verificables” (Gustavo Petro-Luis Ignacio Da silva) dirigen los destinos de países donde la democracia jamás ha existido y donde el derecho a la vida no ha sido más que una quimera.
Expresaba Mancuso, ante la Jurisdicción Especial para la Paz, estando en centro de reclusión en Estados Unidos, lo siguiente: “En el año 2002 las Autodefensas intervinieron de manera directa las elecciones al Congreso, el 10 de marzo del 2002; y también, las elecciones de mayo de Presidencia del 2002” (Portafolio). “Uribe sabía que los paramilitares financiaron su campaña” (JEP).
Por su parte, el coronel retirado de la Policía Hugo Aguilar, también en declaraciones ante la Jurisdicción Especial para la Paz, admitía que: “En la campaña a la Gobernación, ya entra el apoyo que me dan las Autodefensas Unidas de Colombia, en especial en lo que era el permiso para poder hacer proselitismo. Ellos le decían a la gente que debían votar por el coronel Aguilar” (JEP). Ningún país del mundo cuestionaba estos procesos electorales y ningún país del mundo rompió relaciones diplomáticas con Colombia.
Colombia continúa moviéndose en la dinámica de la mala muerte, a pesar de que la Constitución Política de Colombia en el Artículo 11, estipula claramente que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Las estadísticas, dicen todo lo contrario, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (indepaz) confirman que para el año 2023 se presentaron 93 masacres, con 300 victimas (corte al 22 de diciembre de 2023) y para el año 2024 se han presentado 41 masacres, con 138 víctimas (corte al 29 de julio de 2024). Los líderes asesinados durante el 2024 ascienden a 98 víctimas y los firmantes de acuerdo de paz ascienden a más de17 víctimas. ¿Es Colombia una democracia? Un país que vuelve trizas su Constitución Política para imponer la mala muerte no puede dar lecciones de democracia.
Se ha reunido Gustavo Petro con los expresidentes Santos y Uribe para examinar la situación política de Venezuela. Y la pregunta es, ¿tienen la autoridad moral para cuestionar al Gobierno de Nicolas Maduro? Esta es la razón por la cual Colombia jamás saldrá del túnel…jamás.
Este mismo planteamiento es válido para el imperio norteamericano. ¿Tiene EE. UU., autoridad moral para condenar violación de derechos humanos y condenar procesos electorales?
Su historial dice que no. En América Latina, varios golpes de Estado destinados a reemplazar a los lideres de izquierda por regímenes de derecha, generalmente militares y autoritarios, involucraron la intervención de Estados Unidos (Wikipedia) y tendríamos que agregar un hecho repugnante y es la manera de los Estados Unidos de respaldar, sin tapujos, a un país que como Israel es acusado de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia. Este país ha matado 16.480 niños en Gaza desde octubre del año pasado (más noticias. Com.ve) y no contento con esto el imperio aprueba vender a Israel USD20.000 millones en armas.
Parece, entonces, que la consigna fuera destruir a Venezuela a cualquier precio, pulverizar el proceso bolivariano y la consigna de la movilización del próximo 28 de agosto en Caracas por parte de la oposición así lo sugiere: “Acta mata sentencia”
Entonces, al proceso bolivariano y al presidente Maduro elegido democráticamente, decirle lo siguiente:
Canta pinto blanco, hazle honores a tu raza
y que te acompañe el Nazareno de la cruz…(Bis)
¡Pelea como sabes tú!
¡Haz de tu pata una metralla!
(Adolfo Pacheco, poeta sabanero)
