María Isabel Traslaviña González y su compañera sentimental Gina Alejandra Serrato León, aceptaron que son responsables de la muerte del niño Juan Sebastián Traslaviña González. Las mujeres serán condenadas por homicidio agravado. “Me duele mucho porque fue mi hijo el que perdí. Le pido perdón a Dios, perdón a la sociedad…”, dijo María Isabel.
“Me siento muy arrepentida por cosas que no debía permitir que pasaran, por no estar pendiente de él cuando debía, le pido que tenga un poquito de compasión con nosotras señor juez…”, expresó María Isabel Traslaviña González, tras aceptar su responsabilidad en la muerte a golpes de su pequeño hijo Juan Sebastián Traslaviña González.
El arrepentimiento de la mujer, estuvo acompañado del mismo de su compañera permanente Gina Alejandra Serrato León, ante el Juez Primero Penal Especializado de Neiva con Funciones de Conocimiento cuando se iba a dar inicio a la audiencia preparatoria al juicio oral.
“Aceptó el cargo de homicidio, porque soy la mamá y me duele mucho porque fue mi hijo el que perdí. Le pido perdón a Dios, perdón a la sociedad…”, dijo la mujer en medio del llanto.
Al igual que María Isabel, su compañera Gina Alejandra, aceptó su responsabilidad en la muerte del menor “voy aceptar cargos, sé que esto muy duro, algo que no tiene nombre, pido perdón a usted señor juez, a Dios y a los que estamos presentes”.
Las dos mujeres serán condenadas por el delito de homicidio agravado y tortura agravada que le endilgó el Fiscal Cuarto Especializado y que anunció que el delito de violencia intrafamiliar será retirado.
Castigos constantes y permanentes
“Tratos crueles inhumanos y degradantes…”, así calificó el fiscal los castigos que recibía y llevaron a la muerte al menor Juan Sebastián, de parte de su mamá María Isabel y su compañera sentimental Gina Alejandra, en el municipio de Campoalegre.
Las agresiones contra el menor, de cinco años de edad, habrían comenzado en el mes de febrero de 2018 y se extendieron a lo largo del año hasta el cuatro de diciembre, cuando muere a consecuencia de un golpe en el estómago.
El fiscal recordó que, según las pesquisas, el niño permanecía encerrado y solo todo el día y parte de la noche, en la casa ubicada en la carrera 16 con calle 6 en el barrio Los Almendros en el municipio de Campoalegre. “permanecía en condiciones muy precarias…cuando se asomaba a la ventana, era reprendido fuertemente tanto por María Alejandra como por Gina Alejandra”.
Los castigos constantes y permanentes que ejercían las mujeres sobre el menor, dejaron huella en su pequeño cuerpo, que fueron advertidas por los vecinos. “Las lesiones se presentaban en la cara, el estómago y las piernas…”, manifestó el fiscal.
Las laceraciones y morados que aparecían en el cuerpo del menor, eran producto de los golpes que recibía con diferentes objetos como “palos de escoba, cable de la plancha, correa, además de golpes con la mano”, explicó el funcionario judicial.
María Isabel y Gina Alejandra luego de ser descubiertas por los vecinos, del maltrato que ejercían sobre el menor, decidieron irse de allí y convivir en el sector del barrio Las Mercedes, donde continuaron las agresiones contra el niño. “Dichas agresiones se convirtieron en tratos crueles inhumanos y degradantes; los castigos que infligían al menor, tenían como finalidad castigarlo por su condición de infante, frente a los comportamientos propios de la edad que éste tenía…”, señaló el fiscal.
Golpe mortal
Dos días antes de su muerte, el menor Juan Sebastián Traslaviña González, recibió un fuerte golpe en el estómago que le originaron graves lesiones en su organismo. “Los hallazgos no son consistentes con caída del niño desde algún objeto (balde para alcanzar el lavadero)”, dijo el fiscal.
Según la necropsia adelantada por Medicina Legal, el menor presentaba politraumatismo contundente en el abdomen “con ruptura visceral, inflamación peritoneal por salida del líquido intestinal a la cavidad abdominal e infección generalizada que en conjunto explican la muerte del niño”.
Los peritos determinaron que la ruptura visceral fue por un trauma “contundente directo abdominal, de alta energía. Un golpe muy fuerte en su estómago”, explicó el fiscal en la acusación.
Además, el cuerpo presentaba “lesiones traumáticas recientes” en el dorso, piernas y cabeza. “Las lesiones recientes en el cuerpo del niño y la ausencia de atención médica oportuna, configuran maltrato físico y omisión de cuidados mínimos”.
Sostuvo el fiscal que, según los hallazgos de la necropsia, la muerte del niño no fue de manera inmediata sino como producto de la falta de atención médica que debió recibir de manera oportuna. “Una vez recibió el golpe en el abdomen, dos o cuatro días antes, no fue llevado ni por su madre ni por la compañera sentimental de ésta, a que le prestaran atención médica adecuada, evento que ocurrió hasta el día cuatro de diciembre, lo cual en virtud a las complicaciones médicas que tenía al momento de ser atendido, produjo su fallecimiento”.
El dictamen pericial al cuerpo del menor, dejó al descubierto que además del trauma en el abdomen, tenía traumas en la cabeza, la cara, el tórax, en el brazo derecho en las piernas y en la espalda. “Los sufrimientos infligidos al menor conllevó a su muerte”.
Con información de La Nación