El partido Cristiano Colombia Justa Libres no pasa por un buen momento, todo por las ansias desmedidas de poder que han demostrado algunos de sus miembros del orden nacional; pero ese virus parece ser más agresivo que Omicrom, la nueva sepa del covid-19, porque también ha mutado en los pastores que conforman esta colectividad en el departamento de Sucre.
Por ahí dice un dicho: "Entre cielo y tierra no hay nada oculto". Parece ser que ese adagio popular fue olvidado por los pastores de la llamada Mesa Departamental de Sucre, ya que en las elecciones pasadas al parecer una de las iglesias más representativas de Sincelejo y la candidata a la alcaldía por este movimiento se habrían amalgamado con Jacobo Quesseb, político tradicional, con el fin de evitar que Mario Fernández ganara las elecciones a la Alcaldía de Sincelejo.
Hasta ese momento todo era solo conjeturas y chismes de pasillo, pero como el que pega se le olvida, resulta que en esta contienda electoral que se avecina, las iglesias (AMES, CFC y otras), al mejor estilo de Álvaro García, se han aliado con su antiguo socio, esta vez para aspirar a la Cámara de Representantes. Es bien sabido que la iglesia solo estará cargando ladrillo en esa sociedad, pero cuando se trata de estar bajo la sombra de un árbol, a estos no les importa que esta sombra sea del árbol prohibido.
Es importante anotar que los sucreños, al igual que el resto de colombianos, estamos cansados de la corrupción que se encarna en los políticos tradicionales y se creía que la iglesia podría dar muestras de ética y de justicia, pero eso solo fue un discurso gaseoso, porque hoy muchos sucreños y sucreñas estamos esperando cuál será la estrategia de los pastores para engañar a su incauta feligresía para que terminen apoyando a la misma corruptela de este departamento.
Causa sorpresa saber que para que estos líderes religiosos apoyen al candidato de Jacobo a la Cámara de Representantes; estos habrían exigido una suma estratosférica (de más de 1.000.000.000 de pesos), pero el político tradicional habría hecho una contrapropuesta, y es que solo podría aportar cerca de 600.000.000 millones de pesos.
Todo lo anterior demuestra que si en la Dirección Nacional de Colombia Justa Libre llueve, en la Mesa Departamental de Sucre no escampa. Y no es que la iglesia no pueda participar en las contiendas políticas, el problema es quiénes son los que están liderando estos procesos. Aunque es necesario aclarar que la mayoría de pastores son íntegros y fieles representantes de su envestidura sacerdotal.
Por último, esto corrobora que esta megaiglesia y la excandidata a la alcaldía de Sucre por CJL siempre fueron socios del exalcalde Jacobo, pues una vez finalizada las elecciones y posicionado el nuevo alcalde, a estos le entregaron la oficina de la mujer en parte de pago por los favores recibidos, burocracia que hasta la fecha es de propiedad de este sector religioso.