Todos los días mueren personas en siniestros viales a lo largo y ancho de nuestro país. Según la Agencia Nacional de la seguridad vial, en el 2016 murieron 9 motociclistas diariamente, algo espantoso. Sin embargo, peor es aceptar sin un movimiento de los músculos de la cara que la totalidad de las victimas por siniestros viales fue una cifra que redondeaba los seis mil quinientos muertos, algo doloroso para un país que vive embriagado por los partidos de fútbol, sumergido en la violencia mediática que los partidos de centroderecha siembran como plataforma política.
Como norma general, estas víctimas no venían armadas, ni estaban en medio de un conflicto o de una guerra cinematográfica, fueron personas que perdieron sus vidas por la irresponsabilidad de algún conductor y por la ignorancia de otros tantos. No obstante, ¿quién habla por estas víctimas?, ¿quién defiende a sus familiares?, ¿alguien levanta sus banderas en el Congreso de la República?, ¿cuál es el partido que promueve a nivel nacional la lucha contra la violencia vial?
Creo que si damos un paseo por todas las dumas y los recintos de los concejos municipales encontraremos el terreno desierto, tierra árida y sin siembra de la educación vial. Seguro habrá ausencia de políticas públicas para la prevención de la siniestralidad y la creación de conductas y comportamientos seguros de nuestros ciudadanos.
Es por eso que convocamos a todos los ciudadanos a cuidar el presupuesto de las multas de tránsito, única herramienta que tenemos para luchar contra el dolor que generan los hechos violentos de tránsito, la única arma efectiva para hacer crecer a las familias en cultura ciudadana, inclusión, tolerancia en la vías, respeto de los principios colectivos y el disfrute de la ciudad, esa panacea es la educación y la prevención vial.
Parece mentira que promover la educación vial en los diferentes escenarios genere conflictos administrativos, odios, persecuciones y señalamientos por parte de algunos líderes de la clase política del país que se han acostumbrado a vivir de las multas de tránsito y transporte. Sí, lea bien, por favor, en Colombia cada orden de comparendo efectiva genera una multa pecuniaria, el ciudadano infractor tiene 5 días hábiles para que se acerque a solicitar una audiencia publica o reclame a la administración municipal el descuento del 50% del valor de la multa, beneficio soportado en la ley 1383 de 2010.
Lo cierto del caso es que el ciudadano debe pagar la multa para tramitar su licencia o renovación, para matricular un vehículo, realizar un trámite de placa o cambio de color, en general para hacer uso y disfrute de sus derechos dentro de la administración municipal en los temas que al tránsito y transporte se refiere. El primer requisito que debe cumplir el ciudadano es estar a paz y salvo de multas de tránsito, por ello vemos que los colombianos somos muy diligentes a la hora de pagar nuestras multas de tránsito. Por ejemplo, la Secretaría de movilidad de Bogotá, según la revista Dinero, recauda más de diez mil millones de pesos mensuales. Además, las ciudades con mayor número de conductores multados a través de fotocomparendos son Medellín, con un millón de comparendos; seguida por Cali con 539000; Bogotá tiene 525000 y Barranquilla, 416000.
Pero para dónde se va esa platica, en qué se invierte ese dinero de nuestros sufridos conductores. Pues el Código Nacional de Tránsito convierte esos ingresos en recursos corrientes de destinación especifica, lo que quiere decir que no pueden ser invertidos en otra cosa distinta a lo que dice la norma. Leamos lo que nos ordena la ley:
El artículo 160 de la ley 769 de 2002,prevé: "Destinación de conformidad con las normas presupuestales respectivas, el recaudo por concepto de multas y sanciones por infracciones de tránsito, se destinará a planes de tránsito, educación, dotación de equipos, combustible y seguridad vial, salvo en lo que corresponde a la Federación Colombiana de Municipios y los particulares en quienes se delegue y participen en la administración, liquidación , recaudo y distribución de las multas".
Amigo ciudadano, si su ciudad sufre de serios problemas de infracciones de tránsito, riesgos de siniestros viales y los lesionados por esta causa son permanente noticia, por favor envíe un derecho de petición al organismo de tránsito solicitándole la información concreta sobre cuánto ha sido el recaudo por concepto de las multas por infracciones de tránsito. También, una segunda pregunta puede ser solicitar en qué se han invertido esos dineros, los cuales como ya lo hemos visto tienen una destinación especifica.
¿En qué se están gastando la platica de los ciudadanos colombianos?
Unámonos en esta campaña y preguntemos a nivel nacional cuáles son los programas y planes de educación vial. No podemos seguir al borde del abismo corriendo el riesgo de morir en la vía pública.
Unidos luchamos contra la violencia vial.