Catherine Siachoque nunca soñó con ser actriz. Su padre quería que fuera médica y ese era su plan de vida durante los últimos años del bachillerato. No obstante, su talento para la danza llamó la atención de la profesora Estelita Carrillo de Cuervo, mujer a quien Catherine atribuye el estar haciendo lo que hace hoy. Fue ella quien le rogó a su padre para que la dejara dedicarse dos años al ballet con la promesa de que si la carrera no despegaba seguiría con el plan de ser médica. En efecto, pasaron los dos años y Catherine Siachoque nunca fue a una universidad para estudiar medicina.
La bogotana, que es considerada la gran villana de América Latina, llegó a la televisión por simple necesidad económica. Aunque había logrado abrirse camino como bailarina de ballet clásico sus ingresos por ese oficio no le daban para vivir. Fue así como, de la mano del director argentino David Stivel, comenzó a probar suerte como actriz. Poco a poco pasó de ser una bailarina de comedias musicales a una de las caras más conocidas por los colombianos.
Sin embargo, su gran salto a la fama le llegó en 1997 con Las Juanas, telenovela que fue grabada en Corozal, Sucre y escrita por el reconocido libretista Bernardo Romero Pereiro. La producción contaba la historia de cinco hermanas con personalidades muy diferentes. Lo único que tenían en común era un lunar con forma de delfín. Junto a Carolina Sabino, Angie Cepeda, Xilena Aycardi y Susana Torres protagonizó una de las novelas clásicas de los años noventa que todavía permanece en la memoria de los colombianos. Las Juanas fue determinante en la vida de la bogotana, no solo porque la catapultó a la fama sino porque ahí conoció a Miguel Varoni, su actual esposo, que también era actor de la novela.
Desde que se vieron por primera vez el flechazo fue inmediato. Pese a que sus respectivos personajes no tenían escenas en común la química hizo de las suyas. A los pocos meses terminaría casada con el hijo de la recordada actriz Teresa Gutiérrez. De su suegra recuerda su sinceridad para decir las cosas. El primer día que se conocieron Teresa, asombrada por su tinte rubio, le fue diciendo sin más ni menos “Mija, ¿es necesario que tenga ese color de pelo?”. La relación entre ambas fue excelente hasta el último día que ella estuvo viva.
Su matrimonio con Miguel Varoni actualmente lleva 22 años. Pese a que la pareja ha tenido temparadas donde el trabajo los obliga a separarse han sabido manejar muy bien el medio. Ambos trasladaron sus carreras a Miami, más específicamente a Telemundo. En dicho canal ella tiene un contrato de exclusividad desde hace 20 años. Él, por su parte, ocupa el cargo de Director Creativo. De igual manera se ha desempeñado como actor y director. A su esposa Catherine la dirigió durante la primera temporada de Sin Senos Sí Hay Paraíso, donde ella tenía el papel de la madre de la protagonista. Por el contrario, en la telenovela La Casa de al Lado, actuaron juntos al interpretar a una pareja de amantes.
En días recientes la pareja hizo una transmisión en vivo desde el Facebook de Telemundo donde se dedicaron a responder preguntas en vivo de sus seguidores. Una pregunta que incomodó a Catherine provino de una usuaria que le dijo que debía dedicarse a tener hijos porque a sus 48 años ya estaba vieja. Aunque trató de disimular su molestia por el tono de la pregunta, la bogotana muy hábilmente respondió que desde muy niña siempre soñó con ser esposa pero que nunca se vio como madre. En dicha transmisión en vivo Catherine aprovechó para desmentir el rumor de que no había tenido hijos por miedo a perder su figura. De igual forma contó que para su esposo tampoco ha sido un objetivo tener hijos.
Hoy día Catherine Siachoque tiene 4,5 millones de seguidores solamente en Instagram, red social desde donde comparte su día a día. La actriz, que es considerada la villana de América Latina por sus personajes en novelas de Telemundo vistas en todo el continente, siente que a sus casi 50 años ha logrado la realización personal y profesional. Por lo pronto, se encuentra junto a u esposo en su hogar en Miami mientras pasa la pandemia y retoman sus proyectos profesionales, los cuales se han visto paralizados por la crisis. Después de todo, la pandemia pasará, pero la estrella de la Siachoque es algo que nadie puede quitarle.