A raíz de la alerta temprana emitida por la Defensoría del Pueblo regional Atlántico a finales de 2020, donde invita a los entes territoriales a trabajar por la difusión y promoción de los derechos de los niños, niñas y, adolescentes (NNA), la Personería Municipal de Puerto Colombia como respuesta a esta necesidad de reconocer y garantizar los derechos de los NNA, creó la estrategia ‘Mi Barrio me Cuida, Yo Cuido mi Barrio’, la cual tuvo como propósito promover la comunicación asertiva entre los adolescentes y sus padres, y la comunidad en general, de esta manera mitigar los factores de riesgo que los lleva a caer en conductas dañinas que perjudiquen su futuro.
Asimismo, la estrategia de carácter social tuvo como propósito desarrollar el valor de los Derechos Humanos que permitió a través de cinco talleres un acercamiento a detalle que les mostrará a las nuevas generaciones la importancia de reconocer y valorar lo que son como persona y su entorno.
Juan Ortega, personero Municipal de Puerto Colombia y presidente de la Asociación de Personerías del Atlántico explicó, que esta iniciativa benefició a más de 40 familias de los barrios La Risota, Vista Mar, Altos de Girasol, Brisas de Puerto y Altos de Cupino.
“Estas familias han aprendido a manejar mucho mejor los problemas cotidianos que hay al interior de su hogar y su comunidad, al igual que temas asociados a la droga, el alcohol, conductas de riesgo. Este programa ayuda a profundizar la sana convivencia que permite superar los conflictos que se presentan a diario”, explicó Ortega.
Al tiempo, el personero agregó que este sería un primer paso y que esperan el próximo año continuar con este tipo de intervenciones a más lugares del municipio “y construir una cultura distinta por el respeto a los valores de los Derechos Humanos, que nos lleve a un compromiso contundente con la protección frente a cualquier forma de violencia que nos afecte"
El funcionario subrayó que esta es la primera Personería en el departamento que lleva a cabo una actividad de esta categoría con un acercamiento “tan profundo con la comunidad, y en la que la confianza fue vital para ganarnos el respeto de las personas y ser un diario abierto para ellos y escuchar su sentir, sus deseos, necesidades y aspiraciones, que permiten saber cómo desde la institucionalidad podemos intervenir para ayudar al mejoramiento de la calidad de vida de cada uno”.
Los participantes de este programa coincidieron conjuntamente en que es necesario este tipo de encuentros porque sirven para adquirir nuevos conocimientos e integrarse sanamente con la familia y sus vecinos.