El descubrimiento se produjo el viernes pasado en una zona de selva tupida que se encuentra a más de 20 metros de la costa brasilera. Todo parece indicar que se trata de un ballenato de la familia yubarta de menos de 2 años y 6 metros de ancho. Las causas de la muerte están por esclarecerse pues su cuerpo no tenía heridas aparentes. Con respecto a la ubicación del encuentro, varios científicos han establecido a las fuertes corrientes y el cambio de marea como causales del inédito recorrido del gigante muerto.